“Mi agente me dijo ‘nunca vas a tener ese trabajo, hay otros 30 directores que lo quieren’. Yo sentía que yo era la única persona que podía dirigir esta película. Una chicana tenía que hacer esto, una chingona. Y yo soy una chingona”, dijo Eva Longoria en el Q&A posterior a la función.
En la conversación, Longoria contó sobre el proceso de producción y cómo fue que esta historia llegó a sus manos: “Cuando recibí el guion sobre la historia de cómo Richard Montañez, un conserje mexicano-estadounidense que trabajaba para Frito-Lay, desarrolló un nuevo sabor que cambiaría la historia de las botanas, supe que yo debía ser la directora de esa película”.
Una de las principales motivaciones para hacer esta película, según sus palabras, fue su amor por México: “Yo quería hacer una carta de amor a la comunidad mexicana, especialmente a los cholos”.
“Yo soy Montañez, yo soy la chicana a la que todo mundo le dijo tú no puedes hacer esto, tú no puedes ser directora, este trabajo no es para ti porque eres mexicana. La razón para hacer esta película fue que Hollywood siempre define cómo se ven los héroes, y nunca se ven como nosotros. Nunca son morenos, nunca son mexicanos”, remató.
Entre los asistentes, se encontraba el cantante y actor Miguel Bosé, el cinefotógrafo de la película, Federico Cantini, y el Presidente del FICM, Alejandro Ramírez Magaña.
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