Con la finalidad de generar industria y no sólo exhibirla, Mórbido Film Fest continúa asesorando proyectos fílmicos del género, además de participar como productores o coproductores de distintas películas. Con un programa de radio, revista y festival, la marca se encuentra en un proceso de reestructuración y expansión, lo que incluye el lanzamiento de su canal de IP TV. Abarcando estas áreas, Mórbido se consolida como una plataforma de generación y promoción de contenidos.
"Este año estamos reestructurando de forma general el proyecto y adaptándonos a los cambios que la misma industria trae. El paradigma de cómo se consumen, comercializan y distribuyen los contenidos está cambiando de un día a otro, lo cual hace que el modelo que era muy claro y rígido, se rompiera con la llegada de nuevos jugadores en la industria como las OTT´s y otra serie de distribuidores que han empezado a jugar. Mórbido se está adaptando a las nuevas necesidades de la industria y los nuevos formatos de exhibición y distribución, sin descuidar la parte que se ha trabajado durante años, el público y los fans del cine de terror".
"Por su parte, Mórbido TV va de la mano con estos cambios; este se planteó en un principio como un canal de TV de paga satelital para América Latina, hoy se está adaptando para ser un IP TV para llegar a más audiencia. Seguimos trabajando en todos los detalles, desde la tecnología y los contenidos, con lo cual se transforma el proyecto. Todos los años buscamos reinventarnos y sorprender al público, pero también para ser de una manera mucho más integral, buscamos que las distintas patas del festival en los segmentos que tenemos, encuentren una lógica dentro del proyecto mismo, y podamos asegurar que no solo este año sea novedoso y distinto, sino que se note un crecimiento mucho más orgánico" comentó Pablo Guisa, Director de Mórbido.
Sobre el momento que viven los festivales de cine en el mundo, el cineasta dijo: "Creo que la manera en que los festivales funcionan, han ido cambiando y transformando en los últimos años. Antes era una plataforma simple que les daban un cierto prestigio a pocos títulos y directores, proyectando películas que quizá no llegarían a tu territorio; hoy los festivales son una gran plataforma de promoción y lanzamiento de grandes títulos, así como la proyección de medianas y pequeñas producciones. Los festivales se han vuelto una herramienta de promoción muy interesante para los nuevos cineastas. La tecnología permite que casi cualquier persona desarrolle contenidos. En México sufrimos por la falta de apoyos gubernamentales, agregando la devaluación del peso y que las grandes marcas todavía están luchando entre la publicidad tradicional y los eventos y experiencias como una campaña real y de marketing".
"Por otro lado, los distribuidores y productores voltean a ver a los festivales como un negocio potencial en el sentido que hace 10 años no se cobraban por los derechos para tener las películas en el festival, ya que se consideraban que estos ayudaban a la difusión; hoy en día prácticamente todas las películas que participan, hay que pagar una licencia por tenerlas. Estos cambios han encarecido la operación de un festival. También nos ha tocado el cambio tecnológico de lo que era 35 mm a los DSPs; lo cual decían que sería más barato sin ser cierto. Se ha incrementado demasiado el costo del proceso, porque los DSPs vienen cerrados, hay que subtitular o ya no están tan disponibles como antes. Hasta cierto punto se está profesionalizando y volviendo una gran industria. Una de las desventajas que tenemos es que todos los precios se manejan en dólares, entonces los presupuestos de cada año no son operativos para la siguiente edición, porque los gastos se incrementan cada año y el festival no puede incrementar los precios".
Consultado acerca de si es complicado mantener un festival de cine que le apueste al terror, dice: "Lo compararía como mantener un hijo, porque las necesidades crecen cada año. México es un país apostolado, lo cual resulta complicado por ciertos sectores de la industria, ya que lo relacionan con violencia y antivalores, eso dificulta la parte de patrocinios. Creo que es todo lo contrario, el género de terror y fantasía explota la imaginación y eso hace que las sociedades se desarrollen mejor. El cine de terror a nivel internacional es uno de los géneros más rentables y visitados en las salas de cine. En México tan solo una película como El Conjuro marcó 160 millones de pesos en sus primeros cuatro días, lo cual refuerza que todas las cintas que tengan que ver con maldiciones, brujas y exorcismos, son las favoritas. Nuestro territorio es muy importante para el cine de terror, ya que se estrenan 52 películas al año, prácticamente una a la semana".
"Si hablamos de producción, en la parte nacional hay una nueva generación de cineastas mexicanos, que están trabajando en el SyFy, fantasía y terror, Este año tendremos un gran lanzamiento como Km 31 parte dos, con un número de copias considerable. Esos nuevos talentos están trabajando en incrementar la producción del género. Un ejemplo es Emilio Portes, que viene con una gran producción llamada Belcebú. El cine de terror creado en México está dando grandes números, lo cual demuestra que si es rentable" finalizó.
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