¿Qué momentos cumbre recuerda a la hora de conmemorar el vigésimo aniversario de Azteca?
En la televisión, todos los días hay momentos cumbres. Es muy difícil elegir alguno por sobre otros.; yo creo que sí existieron momentos muy emotivos para la televisora. Sin lugar a dudas, uno de ellos fue el día en que pudimos pagar la nómina. Aunque hoy no lo crea, el hecho de contar con dinero en la caja y no tener que vivir de créditos bancarios fue muy importante. Otro día emotivo fue cuando salió al aire el primer programa producido en vivo; lo mismo el día que hicimos “A flor de piel” que fue primera novela realizada aquí, ya que la primera en rigor (“El peñón del Amaranto) fue hecha por Elisa Salinas como externa.
Todos los días hay momentos muy emotivos para nuestra gente. Cada vez que sale a la luz un nuevo hijo, un nuevo programa, con la idea de que va a ser un gran programa, y el día que vamos creciendo en canales son momentos pic. Yo creo que si le preguntaras a Ricardo Salinas cuál es el momento pic que ha tenido, diría que fue obviamente el día que le dieron las llaves.
Ricardo Salinas suele quejarse de los anunciantes porque asegura que no asumen una inversión publicitaria acorde con el rating. ¿Coincide con la apreciación?
No creo que el término sea que el Señor Salinas se queja, yo creo que la afirmación parte de un análisis que marca a las claras que el costo de la televisión en México es muy barato. De hecho, si nosotros lo comparáramos con Brasil, podríamos apreciar que son entre siete y ocho veces más altas que en México, cuando son los mismos clientes. Brasil tiene entre 250 y 300 millones de personas, y nosotros tenemos 100. Entonces, si lo viéramos por números de personas, debería ser sólo una tercera parte de la de Brasil; pero nunca una octava o sexta parte de ella. El punto del Señor Salinas es que no se reconoce a nivel de costo, por la tarifa de lo que se entrega, el número de personas y la eficiencia que tiene la televisión en un país como México.
¿Y el volumen de inversión publicitaria sobre el total está acorde con la audiencia?
Yo creo que debería de estar cinco o seis puntos más arriba, pero precisamente como es tan barata la televisión… y aquí yo debería decir que el culpable de esto es Televisa porque si el líder del mercado no sube las tarifas, resulta es muy difícil. Yo quisiera vivir en Brasil donde Globo tiene unos precios y tanto Record como SBT se ponen atrás de esos precios… y el dinero fluye. Yo creo que aquí, Televisa debería incrementar fuertemente los precios para que todos pudiéramos hacerlo en consecuencia. Insisto: la televisión es tan barata en México que los anunciantes podrían jugar con su dinero y hacer otro tipo de cosas. Si la tarifa fuera más cara, el porcentaje de televisión en el total del país sería más alto.
De todas maneras, ¿considera que la televisión es un buen negocio con esta inversión?
Claro que sí. La televisión es un buen negocio porque nosotros hemos aprendido a hacer una televisión rentable. Esa es la diferencia, pero está claro que podría ser mucho mejor negocio del que es ahora si se pagaran las tarifas adecuadas. De todas maneras, si hay algo que distingue a Azteca es que nosotros sí manejamos la televisión como negocio. Esto significa que fijamos criterios muy claros de cuál es el EBIT y en base a eso estructuramos a la empresa. Hacerse pobre con la televisión es muy fácil, ya que la tentación de producir y emprender es muy cara. A menudo se toman decisiones que implican poner en juego muchos millones de dólares, lo que lo convierte en un negocio muy subjetivo porque cuando se nos presenta una novela el dilema es hacerla o no. Obviamente, que se hacen test y existen procesos internos de evaluación; pero no hay nada escrito que asegure el éxito. Y además, una cosa que tiene la televisión a diferencia de otros negocios, es que nosotros vivimos un ciclo de producto muy corto. Esto es, lo que un cliente invierte para lanzar una soda o un pan genera una marca que bien podría durarle veinte años. Aquí una novela nos dura seis meses.
¿Cómo ve el panorama audiovisual mexicano? Y en ese contexto, ¿cuál es la relación de Azteca con las nuevas plataformas?
Creo que es un panorama que está cambiando mucho. Hoy estamos en lo que yo llamo la ola del entretenimiento y obviamente estamos compitiendo contra muchos otros estímulos que puede tener la gente. Antes el único medio de entretenimiento gratuito era la televisión. Hoy hay muchos otros estímulos de entretenimiento baratos, aunque no gratuitos. Pero esto nos exige que tengamos mejores contenidos, porque en la medida que esto ocurra la gente nos va a seguir; y en la medida que no tengamos buenos contenidos, la gente buscará otras alternativas. Otra cosa fundamental es que ahora hay que ir a buscar a la gente a donde esté. Si bien todavía en México todavía no es tan relevante como en los Estados Unidos o en Europa, pero con el tiempo lo va a ser. Yo lo siento mucho por los programadores porque creo que es una profesión destinada a morir. ¿Por qué? Sencillamente porque la gente sí quiere ver el programa, pero no en el horario que el programador desea ponerlo. Claro que siempre habrá programadores porque así lo demanda el canal de distribución, pero el arte de programar se va a perder. En ese contexto, el foco de una empresa como Azteca es hacer contenidos para todas las plataformas en las que tengamos que estar para poder seguir teniendo la preferencia de nuestro público.
Y en ese entorno, nuestra idea es procurar ser los dueños de varios de los canales en los que podamos estar. Con algunos lo lograremos, con otros no. No podremos ser los dueños de YouTube, pero sí tener una sociedad con ellos.
¿Y cómo se llega a la monetización?
Pues, ahorita de milagro. La verdad es que, hoy por hoy, existe un grave problema en todos los países latinoamericanos: la gente cree que todo lo que está en internet es gratis. Entonces, ahora hay que convencerlos que hay que pagar por ello. Y precisamente, hay que acabar con toda esta piratería porque no es posible que alguien se robe el contenido, lo suba a internet y la gente lo pueda ver cuando quiera y gratis. Eso es un robo, totalmente naturalizado; no obstante, poco a poco, las nuevas generaciones van comprendiendo la problemática gracias a que compañías como Netflix y Apple les van inculcando que todo tiene un costo. Ahora bien, como en todo mercado opera la ley de la oferta y la demanda, tendremos que ver cómo pondremos los precios. La cuestión es de dónde saldrá el dinero para monetizar y la teoría indica que puede provenir de tres fuentes: la primera opción es un sponsorship, de cualquier tipo; la segunda es que el consumidor pague, que es otro medio de ingreso; y la tercera, pues una mezcla de las dos opciones anteriores. Habrá que ver cuál es el más adecuado. Aquí el reto será que tan rápido nuestros países van a tener la posibilidad de que todo el mundo pueda acceder a video de alta calidad. Colombia lo está haciendo muy bien, como gobierno, porque está colocando fibra óptica para todos los rincones del país. Y como punto interesante es que en Colombia lo estamos poniendo nosotros, pero lo importante es que el país lo está haciendo con una visión muy clara.
¿Cree que la nueva Ley de Telecomunicaciones será un parteaguas o no?
Yo creo que se habla mucho de la ley, pero en realidad lo que tenemos que ver es cómo queda la ley; pues ahorita, no hay ley. Si nos ponemos a ver qué va a pasar no sabemos porque todavía no se discute la ley. En México se alude a que habrá una tercera y cuarta cadena, pero contemos cuántas cadenas hay. Lo que pasa es que a Televisa y a Azteca nos cuentan como una cadena, pero en Estados Unidos una cadena es ABC, que es un canal y otras cadenas son NBC, CBS y FOX. Aquí tenemos los canales 2, 4, 5, 7, 9, 11, 13, 22, 40, Cadena Tres. Entonces, ¿cuál tercera cadena? Hay muchas cadenas.
Lo que ocurre es que se refiere a la existencia de dos cadenas dominantes…
Sí, pero que haya más o menos canales no es la diferencia. Aquí lo más importante es ver qué contenidos se le va a dar a las audiencias, porque si me dices que va a haber mucha competencia pero vamos a tener un canal como Estrella TV, pobre México. Y aquí me gustaría puntualizar los riesgos porque la calidad de producción y de contenidos la televisión mexicana es muy alta, que viaja por todo el mundo y es bien reconocida. Entonces, lo que no podemos permitir es que esta ley nos obligue a bajar la calidad porque ese sería un riesgo muy fuerte. Y además, resulta evidente que en muy pocas partes del mundo ha habido más de dos cadenas rentables; eso hay que ponerlo muy claro. Y no por eso quiere decir que la gente tenga más alternativas porque la gente quiere ver buenos contenidos y entretenerse de acuerdo con sus propios intereses.
¿Qué opinión le merece que la televisión abierta haya perdido audiencia a manos de la televisión de paga?
Lo que es interesante, y todo depende de cómo uno lo vea, es que la mayor parte de la gente que tiene TV de paga sigue viendo TV abierta. Es cierto que ha bajado, pero hay que considerar en qué horarios y con qué gente. Sí ha bajando en niños porque la TV abierta en México no compite ya que los anunciantes no pueden hacer publicidad para niños debido al Código PABI. Entonces, si yo no puedo generar ingresos con mis contenidos, no los voy a poner en la pantalla. Obviamente que hay familias con cierto poder adquisitivo que deciden que sus hijos puedan ver televisión y ahí sí es donde se ha erosiona la audiencia. Pero en verdad, considero que no se trata de un fenómeno general. Porque si no podemos incurrir en conceptos como los vertidos por los amigos de Lamac, quienes gustan de generalizar y me parece que eso no está nada bien.
El área de deportes, con los dueños de los clubes, las licencias y las nuevas plataformas. ¿Será muy un tema conflictivo aquí en México?
Será complicado, no sé si conflictivo. Es un contenido que tendrá competencia, como la ha tenido siempre; no más que ahora vendrá un tercero o un cuarto jugador. Y la verdad es que les deseo mucha suerte porque tendrá que aprender cómo manejar el tema en términos de negocio. Y aquí vuelvo a lo mismo de antes: gastar dinero es fácil, ganar dinero de lo que gastas es muy difícil.
Finalmente, ¿qué evaluación hace acerca de la producción de los nuevos foros de Azteca Novelas?
Nosotros tenemos una producción muy importante con más de 20.000 horas de televisión anuales, lo que incluye entre siete y ocho novelas por año. Solo en telenovelas tenemos unas 800 horas, más otro tanto importante número en la producción de unitarios. Por lo tanto, estimo que estamos en algo de más de 1.200 horas de dramatizados por año.
Vale señalar también que también estamos produciendo mucho en las estaciones locales. Consideramos que, como ocurre en los Estados Unidos, las audiencias locales están mucho más interesadas en consumir información y temas de interés regional por sobre lo que ocurre a nivel nacional o en el Distrito Federal. Y por ello estamos invirtiendo fuertemente en las estaciones locales, especialmente en todo lo inherente a la parte técnica y en su desarrollo.
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