Los funcionarios de algunos de los proveedores de Apple, que pidieron no ser identificados, confirmaron que la compañía ubicada en Cupertino, California (EE.UU.) realiza varios diseños de prueba para su TV de alta resolución. Sharp, el fabricante de displays, estaría colaborando con Apple en la iniciativa. Incluso, Apple se encontraría en tratativas con proveedores de televisión por cable para incluir algunas funcionalidades específicas en su próximo equipo.
Si Apple continúa adelante con su estrategia global para reinventar la forma en que los consumidores vemos la televisión en estos momentos, es de esperar que este próximo producto sea una completa revolución y, como tal, un riesgo a asumir para Apple, cuyos accionistas están más que preocupados por la naturaleza de los planes de futuro de la compañía.
De entrar en el rubro de los televisores, la empresa ampliaría su competencia con la surcoreana Samsung, con quien actualmente mantiene una larga serie de disputas judiciales por patentes en distintas partes del mundo. La batalla judicial entre ambas empresas se volvió especialmente cruenta en los Estados Unidos, donde el fabricante del Galaxy S III debió pagar a Apple US$1050 millones por usar patentes de su rival.
En una entrevista reciente, Tim Cook, CEO de Apple, se refirió a la posibilidad de entrar al mundo de la TV como algo que había progresado y que iba más allá de un hobby. “Es un área de intenso interés. No puedo decir más que eso”, afirmó, escueto. Apple ya tuvo un primer acercamiento al mundo de la TV con su Apple TV, un dispositivo para ver contenido online en una TV HD, lanzado al mercado a principios de 2007.
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