26.01.2017 | Mundo | Tecnología
ARRI celebrará sus 100 años
El año 2017 marca los cien años desde que August Arnold y Robert Richter alquilaran un viejo comercio de zapatero en Munich e instalaron un comercio de tecnología cinematográfica. Los dos jóvenes amigos comenzaron con solo un producto: una máquina copiadora que construyeron con un torno que Richter había recibido como regalo navideño de sus padres. Con las primeras dos letras de sus apellidos dieron el nombre ARRI a la nueva empresa.
Hoy, las oficinas centrales de la compañía se encuentran en esa misma dirección en calle Türkenstrasse aunque las instalaciones se han ampliado hasta cubrir una manzana entera y es solo una de sus numerosas instalaciones en el mundo entero.
Como un auténtico y activo actor global en todos los mercados internacionales, ARRI tiene sus filiales más importantes en Europa, las Américas y Asia.
De muchas formas ARRI representa el Mittelstand; medianas empresas alemanas que son líderes en su área y que han logrado permanecer en el tiempo gracias a su adhesión a sólidos valores. A menudo, al igual que ARRI, todavía hay empresas familiares que pasan de generación en generación, que son supervisadas por albaceas y con un componente afectivo en esa marca.
A pesar de sus años, ARRI es una compañía que da gran importancia a la exuberancia juvenil y a la dedicación apasionada. El Dr. Jörg Pohlman, uno de los dos miembros del Comité Ejecutivo de ARRI AG señala: “Aun hoy me parece asombroso que esta compañía fuera fundada por dos adolescentes: eran tan jóvenes que sus padres debieron firmar los documentos de incorporación. Lo primero y más importante es que eran apasionados por las películas, empujados por el amor por la narrativa visual y la tecnología. Si caminas por ARRI hoy en día verás el mismo entusiasmo y pasión que definen lo que somos y lo que hacemos”.
Arnold y Richter eran operadores de cámara, productores de películas y un local de alquiler de equipamiento ya antes de producir una cámara ARRI. Desde el inicio trabajaron directamente con los cineastas y la percepción y conocimiento que adquirieron los ayudó a desarrollar equipamiento que cumpliera con los requerimientos reales del trabajo en set. En la industria actual, con tecnología que el marketing hace avanzar a un ritmo vertiginoso, esta filosofía de escuchar lo que los realizadores necesitan –más que indicárselo- es más importante que nunca.
Franz Kraus, miembro del Comité Ejecutivo señala: “ARRI se enorgullece de ser una contraparte profesional de la industria fílmica global de larga data. Nunca nos hemos alejado, al contrario, siempre hemos enfrentado los tiempos difíciles redoblando nuestros esfuerzos y aumentando la inversión en R&D. El hecho de que ofrezcamos tanta variedad de productos y servicios que cubren todas las áreas de la industria nos da una perspectiva única y permite a cada departamento aprovechar la experiencia de los otros. Por ejemplo, fue nuestro trabajo en postproducción digital lo que nos ayudó a llevar a cabo una transición tan exitosa de cámaras de película a cámaras digitales”.
La calidad y la confiabilidad por las que ARRI es tan reconocida siguen siendo sus características más esencialmente relevantes. En todos los niveles de la industria sigue existiendo la necesidad de herramientas durables para sus usos específicos y que son redituables en el tiempo. Hoy en día eso significa más que solo construir calidad y durabilidad: implica una arquitectura de sistemas flexible para cámaras y luces que son esencialmente ordenadores. Significa actualizaciones de software que respondan a las necesidades en constante evolución y que continuamente transforman la funcionalidad del software.
Aunque el aniversario de ARRI es en setiembre de 2017 en realidad, todo el año se verá marcado por numerosas celebraciones, con la participación de la totalidad de los 1300 empleados en todo el mundo que ayudarán a hacerlo especial. El IBC Show en Amsterdam, que también tendrá lugar en setiembre, constituirá el foco de las celebraciones y allí tendrá lugar la fiesta más importante.
La larga historia de ARRI se ubica predominantemente en la era del celuloide y es un maravilloso legado hacia el que volver a mirar. Pero ahora, en la era digital, la compañía es más grande de lo que jamás ha sido, con más empleados, más productos y más participación en el mercado internacional que nunca antes. A los 100 años de edad, el futuro nunca se había visto tan excitante.
© Newsline Report 2017