La empresa nacional de telecomunicaciones (Arsat) se posiciona en el mercado nacional e internacional, logrando instalar su marca a partir de la calidad y precio de los servicios que brinda. De esta manera, pudo dejar de depender casi exclusivamente de los aportes del Estado y cerrar sus balances con pérdidas, para pasar a incrementar su cartera de clientes privados, cerrar sus balances con resultado positivo y cumplir las metas públicas con recursos propios.
En concreto, de 2015 al primer semestre de 2017 la empresa estatal incrementó en más de un 80% el número de clientes privados que la eligen como uno de sus proveedores. En tanto, en el año 2015 del 100% de las facturas que emitió Arsat, un 44% estuvieron destinadas a clientes privados, mientras que en el primer semestre de 2017 ese porcentaje se elevó al 63%. Respecto al sector público, los valores se mantienen constantes.
Arsat, como empresa de infraestructura, no brinda servicios de telecomunicaciones en forma directa al hogar. Su rol es proveer a las cooperativas, pymes y cableoperadoras de internet mayorista a una tarifa plana, con el objetivo de garantizar igualdad de acceso en todo el país.
En este sentido, se observa cómo los clientes privados tienen un mayor peso relativo en la facturación de la empresa estatal con respecto a los clientes públicos (el propio Estado), demostrando que Arsat va creciendo en la prestación de sus servicios llegando a más empresas del sector tanto nacional como internacional.
Cabe recordar que hasta el año 2015, Arsat recibía 4.000 millones de pesos de aportes del Tesoro Nacional y cerraba sus balances con pérdidas. En tanto, la empresa estatal cerró el año 2016 con ingresos superiores a los mil millones de pesos, un 44% por encima de los valores de 2015, pese a prácticamente no recibir aportes del Tesoro Nacional.
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