En el Hotel Hermitage de Mar del Plata, la Asociación Argentina de Televisión por Cable y la Asociación Bonaerense de Televisión comenzaron con una serie de actividades por los 50 años de la TV argentina por cable, que se prolongara hacia el país por el resto del año. Tanto el discurso inicial del titular de ATVC, Walter Burzaco, como el debate sobre los "Desafíos regulatorios de la industria de la TV por Cable de cara al futuro" tuvieron el punto en común de apuntar hacia el nuevo marco regulatorio, que entró en vigor tras que la Corte Suprema de Justicia lo aprobara.
Desde la asociación, las cableras del país reclaman modificaciones en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que limita el desarrollo de la actividad y genera inequidades con otros servicios, como las cooperativas y los DTHs.
“Actualmente nuestra actividad se encuentra limitada por una ley reglamentarista en exceso y por la competencia de otros servicios a los que se le han otorgado ventajas impermeables. El servicio que presta una empresa de cable necesita tener sustento económico y que este sea independiente para continuar con su labor comunitaria. Resulta indispensable adecuar la ley de medios audiovisuales para abordar los futuros desafíos, ya que restringe que un cable se pueda expandir”, señaló Burzaco en su exposición de apertura.
Actualmente, las cableras no pueden expandir la oferta de servicios al tener límites de licencias, caso contrario que ocurre con las operadoras satelitales que pueden con una sola cubrir todo el país. También las cooperativas las determinan como competencia desleal porque “no se verifican los requisitos en el momento de otorgar la licencia y mucho menos cuando comienzan a operar”, y afectan seriamente algunos cables.
Con un compromiso de 50 años con el país, la industria ha sido afectada por la “impericia o el desconocimiento”, dijo Burzaco, que además indicó que “Argentina es uno de los pocos países con soberanía de redes, una alternativa en telecomunicaciones, que mueven el esfuerzo de 20 mil personas en forma directa y otras muchas que trabajan en materia indirecta, haciendo funcionar a más de 1000 productoras independientes, 600 canales locales que crean contenidos en todo el país, y tenemos presencia en más de 1200 localidades del país que se nutre de la comunicación y el esfuerzo de 700 pymes muchas de las cuales han sido pineras en sus pueblos”.
Por eso aseveró que el cable es un puente al futuro una herramienta de integración nacional un instrumento de promoción de las culturas sociales y culturales y necesitan que se comprenda que “las empresas puedan dar estos servicios más allá de la televisión, internet y telefonía y escuchen nuestros proyectos sobre el uso del espectro para poder brindar movilidad a los usuarios”.
Mesa redonda apuntó también a los conflictos de la ley
El debate sobre los "Desafíos regulatorios de la industria de la TV por Cable de cara al futuro", en que estuvieron presentes Gerardo Milman de AFSCA, el ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos, Hernán Lombardi; el diputado del Frente Renovador,Felipe Solá, yel abogado especialista en telecomunicaciones y radiodifusión Henoch Aguiar, no podía más que reafirmar el discurso oficial sobre el nuevo marco regulatorio, donde los expositores acordaron que la nueva ley no ha resuelto problemas existentes como la financiación de la extensión de las redes, el proceso de digitalización, fomento de contenidos locales y la competencia internacional sobre las redes como los OTT independientes, que no ha sido contemplada.
El Director del AFSCA en representación de una de las minorías (GEN – FAP), Gerardo Milman, sostuvo que” la aplicación de la ley es sumamente compleja”. “Tras aprobar varios planes de adecuación, hay divergencias que no generar una revolución en el campo de las comunicaciones y no se percibe una pluralidad como presagiaba la ley”, manifestó.
Amplió que la ley asigna un 33% a organizaciones no gubernamentales pero “no hay manera de mantenerse en el espectro sin sustentabilidad” y profundizó que el imaginario en que se construyó la ley es impracticable “ya que no existe la demanda de organizaciones no gubernamentales en el corto plazo y ocupándose el Estado”. Sintetizó que esta ley “se choca con el mundo y va en contramano del mundo”.
Por su parte, Lombardi manifestó en contra de las macro-leyes, porque deberían expresar solo valores estratégicos de la sociedad y el Estado, pero terminan por imponer reglamentarismo. “El tema de la sustentabilidad económica es clave, más allá de la producción de bienes culturales locales”, sentenció.
Mientras Solá señaló que todos los cambios que han venido en materia de telecomunicaciones “han sido desde la tecnología y por las pretensiones de los gobiernos que han generado inequidad en algunos sectores”. “Pero el cambio tecnológico necesita un pulmón financiero importante”, dijo.
El especialista Henoch Aguiar planteó la nueva ley no se aplica a los nuevos medios, afirmó sobre importancia del ingreso de nuevos operadores en la telefonía celular, así como generar reglas que fomenten la competencia y la mejora en la calidad del servicio.
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