Se trata de una serie que narra la historia de siete soldados australianos y ya ha recibido 30 nominaciones a premios de cine de todo el mundo. Esta secuencia de seis episodios fue creada por la productora Little Red Fox Productions, radicada en Melbourne, en conjunto con el galardonado escritor y productor de cine, televisión y teatro Kerry Drumm.
La producción se llevo a cabo en una pequeña sala de color aguamarina, mientras que los actores que interpretaban a soldados estaban vestidos de camuflaje. La serie consta de varias entrevistas, y cada una de ellas logra dar la impresión de que los personajes están aislados del mundo exterior al relatar recuerdos de la guerra profundamente emotivos.
“Si bien la estructura del set era muy sencilla, los conceptos expuestos aluden a las experiencias de los soldados y el efecto que la guerra provoca en ellos, y está representada de manera de llegar al público. El material debía tener una apariencia cinematográfica y, a su vez, ser afín al espectador, casi como si le dieses acceso al televidente a presenciar una sesión de terapia”, explicó Drumm.
La serie se filmó en tres días, de la mano del responsable de fotografía David Richardson, quien ya había utilizado las cámaras de Blackmagic Design durante el rodaje de diversos comerciales y proyectos de cine. El modelo URSA Mini Pro 4.6K G2 le concedió a Richardson la capacidad de satisfacer los requisitos HD de las plataformas YouTube y Vimeo y, a su vez, grabar en resolución 4K, que aporta la versatilidad para poder transmitir la serie en otros servicios web internacionales en el futuro.
Durante la filmación, la cámara se ubicó en una posición y un ángulo fijos. Cada actor tenía la libertad de desplazarse por la sala durante su relato, ya que Richardson registró las imágenes con un ángulo 10 % más amplio de lo normal, brindado así la posibilidad de resincronizarlas posteriormente, en caso de que fuese necesario.
”La intención era recrear un estilo similar al de una llamada por Skype o Zoom, manteniendo el efecto cinematográfico. Gracias a la cámara de Blackmagic, pudimos capturar escenas increíbles”, comentó el responsable de fotografía. “Al rodar en 4K, sabíamos que el modelo elegido registraría suficientes datos como para poder redimensionar y realizar las correcciones necesarias durante la posproducción. Asimismo, el formato Blackmagic RAW hizo que ese proceso fuese mucho más sencillo en Resolve y nos aportó una calidad inigualable con archivos de un menor tamaño”.
A su vez, Richardson confió en el diseño eficiente de la cámara URSA Mini Pro 4.6K G2, así como en su capacidad de grabar audio de gran calidad y monitorear las imágenes en Rec. 709 valiéndose del accesorio Blackmagic URSA Viewfinder. De este modo, pudo obtener el máximo rendimiento con una cantidad mínima de equipos y en un espacio reducido.
El material grabado se envió a Belinda Fithie para su edición y, posteriormente, al veterano en corrección cromática Deidre McClelland, quien dirige la sede del estado de Victoria de la Sociedad Internacional de Especialistas en Etalonaje y quien fue uno de los primeros en el rubro en usar el sistema de corrección cromática de DaVinci en Australia, a fines de la década del 1980.
“El programa DaVinci Resolve y el formato Blackmagic RAW me permitieron ser eficiente. Esto facilitó la edición de los copiones, el encontrar una LUT adecuada y la exportación para su uso como tomas diarias”, afirmó Fithie. “El proceso de conformado y etalonaje fue sumamente sencillo, no fue necesario exportar los archivos AAF para utilizarlos en distintos sistemas ni tampoco reconformarlos. Tan solo tuvimos que crear un proyecto nuevo para el etalonaje y vincular los dos proyectos, que es una prestación de gran utilidad que ofrece Resolve. Finalmente, copiamos y pegamos las secuencias en un proyecto limpio para enviárselo al colorista. Fue muy simple”.
La eficiencia de DaVinci Resolve Studio le dio a Fithie la libertad para enfocarse en el aspecto creativo, más en que el tecnológico. “La posproducción es definitivamente una etapa creativa, y Kerry me dio rienda suelta para tomarme mi tiempo y jugar con los copiones, a fin de desarrollar distintas opciones». Las tomas eran muy simples, no obstante, la complejidad radica en mantener al espectador cautivado cuando la cámara capta un ángulo fijo y todos los hechos se desarrollan en un mismo lugar. En el episodio “War”, realicé muchos saltos de montaje y superposiciones de audio, con el propósito de poner énfasis en la tensión que siente uno de los personajes. Resolve me permitió centrar la atención en la parte artística”, continuó Fithie.
Durante el etalonaje, McClelland trabajó junto con Drumm para elaborar la apariencia de la serie y las sensaciones que transmite. Dado que McClelland disponía de un solo día para completar la tarea, el formato Blackmagic RAW le permitió cumplir con el plazo.
“La combinación de la sobriedad de la sala, el color aguamarina y los uniformes de camuflaje proporcionan un aspecto llamativo. A su vez, queríamos que los actores mantuvieran un semblante natural”. Por eso, empleé DaVinci Resolve, en particular, para la tonalidad de la piel. En el caso de las soldadas, recurrí a los tonos intermedios, con objeto de suavizar el color de la tez, mientras que para los hombres usé uno que brindara una apariencia más dura y angulosa. Las Power Windows del programa son una herramienta excepcional que facilita el seguimiento de los actores”, expresó McClelland.
“Los productos de Blackmagic ofrecen un efecto cinematográfico y permiten obtener una apariencia muy específica durante la posproducción, y ese es el motivo por el cual los elegimos. La cámara de Blackmagic nos aportó una calidad cromática sorprendente que pudimos trasladar a DaVinci Resolve sin dificultades. Fue un proceso íntegramente eficiente y permitió crear imágenes cinematográficas de la mejor calidad”, comentó Drumm al finalizar.
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