¿Qué rol está desempeñando en BVS y con qué objetivos?
DT: A mí me llamaron para hacer un aporte a la organización del Departamento de Ingeniería de la empresa. Me encontré con un grupo increíble, constituido por más de 30 técnicos e ingenieros, al que estoy intentando volcar toda mi experiencia profesional. Uno de los objetivos que tenemos es poder dotar de mayor profesionalismo a la división. No sé si lo hemos logrado todavía, pero a lo largo de estos siete meses de trabajo estamos en el camino que supone nuestro desafío mayor: que el grupo siga creciendo en conocimientos.
¿Qué retos le propone estar en la industria del otro lado del mostrador?
DT: Me gusta armar grupos de trabajo, personalmente me divierto haciendo ingeniería. Tengo la dicha de trabajar con un grupo muy joven, de entre 20 y 30 años de edad, con un potencial enorme. El reto pasa por la necesidad de darles cierto orden, focalizarlos e intentar ofrecerles una proyección que vaya más allá del día a día.
¿Cuál es la clave para organizar y capacitar al grupo?
DT: No hay una clave específica. Lo fundamental es poder ordenar las tareas y hacer grupos de trabajo. Apuesto a que si hay un grupo dedicado a instalaciones maneje el arte de instalar como ningún otro; que si hay un grupo de ingeniería que sea capaz de diseñar, poner en marcha, configurar y dar soporte. Procuramos que sean especialistas en su área de desempeño. Y fundamentalmente, que todos trabajen en equipo para las distintas disciplinas. Eso es lo que estamos intentando aportar.
DP: El plan apuntó siempre a que nuestro Departamento de Ingeniería sea uno de los baluartes de la compañía. Nosotros crecimos tanto desde el punto de vista de la infraestructura como de la cantidad de profesionales, y nuestra manera de vivir la relación con el cliente es tratar de ayudarlos en todo lo posible brindando soporte, acompañamiento y asesoría. Esto es algo que veníamos manejando muy bien; pero, hoy por hoy, con la escala de proyectos que estamos manejando en la empresa se requiere de mayor profesionalismo. A ese semillero tan joven y a la materia prima con la que contamos le hacía falta una cabeza coordinadora como la de Tanoira, que tiene años de hacer esto mismo en otros equipos.
¿Cómo se ve la industria de este lado del mostrador?
DT: Al principio me costó, no voy a negarlo. Pero si hay algo bueno de BVS es que trabaja tanto con proyectos pequeños como gigantescos. Y todo muy variado. Por ejemplo, tener el privilegio de diseñar toda una facilidad sobre video IP con toda una infraestructura de última generación es algo que no es muy común en la Argentina. Además, aquí manejo la misma cantidad o más proyectos que en Turner. Hacer ingeniería es lo que más me divierte y ese concepto es el que intento transmitir al equipo. Hasta ahora, me vienen respetando.
DP: Precisamente, éste concepto que destaca Tanoira es parte de la idea primigenia de BVS: divertirnos mientras trabajamos. En definitiva, todos los que estamos aquí disfrutamos de lo hacemos. Nos preocupamos por seguir interesados con todo lo que pasa en la industria, las marcas y el mercado nos acompañan; solo necesitamos continuar enfocados en nuestra tarea.
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