El abrazo de la serpiente, coproducción entre Colombia, Argentina y Venezuela, se alzó con el Astor de Oro a la mejor película en la gala de clausura de la 30° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se celebró en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium de la ciudad balnearia y estuvo encabezada por Lucrecia Cardoso, presidenta del Instituto Nacional de Cine y Arte Audiovisuales (Incaa), junto a José Martínez Suárez, presidente del festival; el director artístico de la muestra, Fernando Peña, y otras autoridades de la muestra.
La cinta ganadora, del cineasta colombiano Ciro Guerra que sigue la vida del chamán Karamakate, último sobreviviente de su tribu y dos exploradores que separados por cuarenta años de diferencia, lo empujan a recorrer el Amazonas en busca de una planta sagrada que podría curar sus males, también se quedó con el Premio de la Federación de Escuelas de la Imagen y el Sonido de America Latina (Feisal), está inspirada en las memorias de Theodor Koch-Grunberg y Richard Evans Schultes, dos de los primeros científicos blancos que recorrieron la amazonia colombiana.
El jurado de la competición internacional -integrado por los argentinos Ricardo Aronovich (director) y Elvio Gandolfo (escritor); el director español Isaki Lacuesta; la mexicana Fiorella Moretti, directora de la distribuidora NMD; y el italiano Marco Müller, historiador y crítico de cine- decidió otorgar el Astor de Plata al mejor director al eslovaco Ivan Ostrochovsky, por su filme Koza.
El premio al mejor guión fue para Guillermo Calderón, Daniel Villalobos y Pablo Larrain, por la cinta chilena El Club, dirigida por el mismo Larrain, que también se alzó con el Astor al mejor actor por el trabajo de todo el elenco masculino, integrado por Alfredo Castro, Roberto Farías, Jaime Vadell y Alejandro Goic. Mientras, la argentina Erica Rivas fue premiada con el Astor de Plata a la mejor actriz por su actuación en La luz incidente, del argentino Ariel Rotter, que ya había ganado el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) y de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina (ACCA), además del Premio Sagai a la Actriz Revelación a Susana Pampín.
En la competencia latinoamericana el premio al mejor largometraje recayó en Santa Teresa y otras historias, del dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias, mientras que el filme Princesas, de la directora argentina Natural Arpajou, logró el galardón al mejor cortometraje.
Por último, en la competencia argentina, el premio “Estímulo” del Instituto de Cine y Artes y Audiovisuales de Argentina al mejor largometraje fue para el El movimiento, de Benjamin Naishtat; el Mejor Cortometraje fue Gomorra, de Pablo Camaiti; el Premio Incaa TV al Mejor Cortometraje quedó para Fantástico, de Tomás Sposato; el Premio Incaa al Mejor Director de Largometraje fue para Fernando Salem por Cómo funcionan casi todas las cosas.
Previo a la ceremonia, el actor argentino Guillermo Francella recibió el primer premio “Alfredo Alcón” que se entrega en la muestra, por su actuación en El Clan, película de Pablo Trapero que representará a Argentina en la carrera por los premios Oscar y los Goya. Dicho filme también se proyectó en el ciclo “Cine en la playa”, en las que se pudo disfrutar de películas al aire libre.
Alguno de los hitos del festival fueron las proyecciones del filme “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” (1921) y se ofreció también una retrospectiva de la obra del cineasta estadounidense Trent Harris, creador de la legendaria “Beaver Trilogy”.
En la trigésima edición del festival, alrededor de 120 mi espectadores pudieron disfrutar de alrededor de 400 películas procedentes de 80 países.
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