Newsline Report
21.06.2016 | Mundo | Negocios

El futuro de los broadcasters públicos

Los acontecimientos recientes sugieren que los broadcasters públicos está pasando por tiempos difíciles. La controversia sobre la decisión del gobierno polaco de tomar el control de TVP estalló a principios de este año. En otras partes, los gobiernos han recortado los fondos públicos como parte de programas nacionales de austeridad. La BBC se enfrenta mientras tanto al desafío de un nuevo y brutal acuerdo de financiación y un examen continuo por parte del gobierno de su alcance y su gestión. La cadena pública incluso cerró uno de sus principales canales de televisión, BBC3, a principios de marzo, convirtiéndolo en un servicio en línea. Esto fue en parte una medida de ahorro (la cadena está tratando de reducir 150 millones de euros de su presupuesto operativo), pero también un intento de llegar a grupos más jóvenes que ya no pasan mucho tiempo viendo la televisión. En Europa, en particular, los broadcasters públicos siguen siendo centrales en el panorama de la industria (aunque algunos lo enfrentan mejor que otros). Incluso en 2015, BBC1, en Inglaterra; Rai 1, en Italia; y ZDF, en Alemania; fueron los canales más vistos en sus mercados de origen.

“Hay algunas razones para esta posición perdurable. Los broadcasters públicos se originaron como monopolios, y priman en la conciencia pública. También se benefician de activos heredados valiosos como estudios e instalaciones técnicas, junto con membresías de órganos colectivos como la Unión Europea de Broadcasting que proporciona acceso a fuentes de noticias y eventos deportivos importantes” detalló Tim Westcott, Analista Senior Principal de IHS Technology. El sector también cuenta con un fuerte apoyo político. El Comité de Ministros del Consejo de Europa (CoE) en enero de 2007 pidió a sus Estados miembros para garantizar el papel fundamental de los servicios públicos de media en el nuevo entorno digital, estableciendo un mandato claro para estos.

La financiación pública es una fuente estable y predecible de ingresos en comparación con la publicidad (propensa a crisis cíclicas) y las suscripciones (bajo amenaza por los servicios over-the-top mas baratos). La BBC, por ejemplo, obtuvo un aumento del 58% en los ingresos de derechos de licencias desde 2004 hasta 2014, mientras que sus competidores comercialmente financiados más cercanos, ITV y Channel 4, se han tenido que conformar con un aumento del 28% en los ingresos netos por publicidad a lo largo del mismo periodo.

La otra cara de la financiación pública es su vulnerabilidad a los cambios repentinos en las políticas públicas. El último reporte de IHS Technology indica que la mayoría de los broadcasters públicos verán un incremento en los ingresos procedentes de fuentes públicas en los próximos cinco años. El análisis de la compañía de investigación de las finanzas de las cadenas públicas en 45 países revela que su balance financiero está lejos de ser sombrío en comparación con algunos de sus competidores.

“Esto, por supuesto, no quiere decir que los broadcasters públicos deben ser complacientes acerca de su posición en un entorno de medios que cambia con rapidez. Estas organizaciones han resistido en su mayoría la competencia de rivales comerciales y de pago. Generalmente, la televisión por suscripción ha sido gradual en los mercados de televisión (aunque, claramente, la televisión de pago le ha sacado a los broadcasters públicos muchos de los principales derechos de eventos deportivos” agregó Westcott.

Sin embargo, el nuevo panorama es diferente. Las multinacionales estadounidenses como Google, Netflix y Apple operan a nivel mundial, mientras que las cadenas públicas están ligadas a las audiencias nacionales o locales. La amenaza real no es una catástrofe técnica repentina, sino una disminución gradual hacia la obsolescencia. Por lo tanto, la necesidad de estrategias radicales como el movimiento de BBC3 hacia la presencia en línea.

© Newsline Report 2016

www.newslinereport.com