En la 54° Coloquio Idea, realizado en la ciudad balnearia Mar del Plata (Argentina), el reconocido cineasta Juan José Campanella, ganador del Oscar por "El secreto de sus ojos", comentó que en el primer fin de semana una película no cubre las expectativas, finaliza en fracaso. Moderado por el actor Federico D'Elía, el panel también estuvo integrado por los directores de cine Gastón Duprat ("Mi obra maestra", "El ciudadano ilustre", "El hombre de al lado") y Juan Taratuto ("Un novio para mi mujer"), quienes analizaron al país y sus costumbres a través del cine.
“En nuestro negocio vivimos o morimos en el primer fin de semana. A veces se puede levantar por el boca en boca, que funciona más rápido. Pero si desde el jueves de estreno al domingo no funciona o no cubre las expectativas, el lunes no levantaron de los cines”, sostuvo Campanella. Así lo ejemplificó con su película “El mismo sol, la misma lluvia”, que se estrenó el mismo día de la toma del banco en una ciudad de Buenos Aires (Ramallo): “la realidad le ganó a la taquilla y fue el fin de semana más bajo de asistencia al cine; posteriormente no bajaron de la mitad de los cines y fue un fracaso”, sentenció.
Por otro lado, el director también de "El hijo de la novia" y "Luna de Avellaneda" contó que los proyectos cinematográficos en Argentina son difíciles de caerse, mientras pasa todo lo contrario en grandes mercados como Estados Unidos, “ya que las películas son muy caras y se puede ir un inversor el fin de semana antes de filmar”. “Una vez que estás en preproducción, en este país es difícil que se caiga. Aunque si hubo alguna dificultad en la coproducción de ‘El secreto de sus ojos’ por cuestiones económicas en 2008 pero el productor español Gerardo Herrero pudo conseguir créditos”, señaló como imprevistos.
En cuanto a obstáculos en la industria, Gastón Duprat indicó que tanto para la realización de “El hombre de al lado” como “El ciudadano ilustre” encontraron impedimentos por reglamentaciones sindicales, al no poder realizarla con un equipo pequeño de personas. “Superamos muchos problemas y pudimos realizarla, a pesar de cuestiones sindicales anacrónicas ya que también se realizan hoy grandes películas con teléfonos, que no sería posible en Argentina”, agregó.
Sin embargo, Campanella resaltó que al enfrentarse ante tantas dificultades, mientras en otros lugares salen más aceitadas, los directores argentinos han desarrollado una habilidad para movernos por el borde de la cancha y tratan de circunvalar estos problemas. “Esta agilidad de improvisar debemos mantenerla porque a mí me sirvió mucho trabajando en Estados Unidos y era una ventaja sobre mis colegas. Pero tener la habilidad de atar algo con alambre es cuando se nos convierte en carne y esperamos hacerlo de este modo porque es la única manera de que sabemos hacer las cosas”, aclaró.
También, los cineastas abordaron la evolución tecnológica en el cine: “Hoy cambió mucho la manera de filmar; el soporte es digital, los vestuarios e iluminación, etc, aunque los textos pueden ser los mismos que años atrás”, dijo Juan Taratuto.
“Hay que aprovechar este momento de gran revolución tecnológica para cambiar la realidad que muchos puedan realizar cine y emparejar el campo, gracias a esta nueva industria con muchos oficios nuevos como animación, video digital y videojuegos donde hay un cuello de botella en personal con capacidad. Los jóvenes tienen una habilidad natural para absorber esto que nosotros generacionalmente no podemos. Puede ser que esto nos saque de ese nudo gordiano que es la conurbanización del país”, manifestó por su parte Campanella.
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