Tras cinco años de la primara acusación de corrupción en el fútbol denominada FIFAgate, los fiscales estadounidenses acusaron ayer a Hernán López y Carlos Martínez, dos exejecutivos de FOX Networks Group Latin America -subsidiaria de 21st Century Fox-, de pagar millones de dólares en sobornos para asegurar derechos de marketing de partidos de fútbol, los últimos cargos en una larga investigación de corrupción en torno a la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial.
Con supuestas conductas previas a que The Walt Disney Co comprara 21st Century Fox en 2019, los exejecutivos de Fox fueron acusados en el tribunal federal de Brooklyn por cargos de fraude y lavado de dinero junto con Hugo y Mariano Jinkis de Full Play Group SA, un compañía uruguaya de marketing deportivo y Gerard Romy, ex codirector ejecutivo de la compañía de medios española Imagina Media Audiovisual SL, a quien le cabe además un cargo extra: violación de la Ley RICO, que habla de aprietes y crimen organizado. Cada una de las acusaciones, de comprobarse, tiene una pena máxima de 20 años de cárcel.
“Las inculpaciones difundidas hoy reflejan el compromiso continuo de la fiscalía de arrancar de cuajo la corrupción en las más altas esferas del fútbol internacional y en las empresas comprometidas con la promoción y la transmisión del deporte”, dijo el fiscal de Nueva York Richard Donoghue, en un comunicado.
Según el diario argentino La Nación, en un principio, la acusación del FBI establece que Martínez y López (ex Fox Sports), junto con Hugo y Mariano Jinkis (Full Play) “acordaron pagar, pagaron y facilitaron la concesión de coimas anuales y sobornos a algunos altos ejecutivos de la Conmebol, como el brasileño José María Marín y el paraguayo Juan Ángel Napout, ambos condenados por el mismo expediente. A cambio, la Conmebol debía "favorecer a la empresa T&T (una empresa fantasma con sede en las Islas Caimán) como la dueña de los derechos de TV de la Copa Libertadores, Sudamericana y Copas América, entre otros eventos futbolísticos”.
Según el FBI, López y Martínez, junto con otros ejecutivos, "se valieron de la lealtad asegurada mediante el pago de coimas a ciertos ejecutivos de Conmebol en relación con la Copa Libertadores, para avanzar en los negocios relevantes para Fox, incluyendo la información confidencial que consiguieron del "Co-Conspirador #1" sobre la licitación de los derechos televisivos para Estados Unidos de los mundiales de 2018 (en Rusia) y 2022 (en Qatar)". Aunque no lo nombra con nombre y apellido, en la versión completa de la acusación queda claro que el "Co-Conspirador #1" era Julio Humberto Grondona. En octubre de 2011, Fox Sports ganó los derechos televisivos de ambos mundiales para territorio estadounidense.
En el marco del escándalo FIFA, que estalló en 2015, el gobierno estadounidense ha acusado a un total de 45 personas (22 se declararon culpables), y a varias empresas deportivas de más de 90 delitos y de pagar o aceptar más de USD 200 millones en sobornos. Entre ellos, Alejandro Burzaco , ex CEO de Torneos, que sigue en Estados Unidos a disposición de la Justicia estadounidense y sin fecha de sentencia.
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