Nacido en la década de los 90´s, el GIFF se ha destacado entre los diferentes festivales del país por sus homenajes e invitados internacionales, además de su apoyo a jóvenes cineastas. Fundado por Sarah Hoch, el encuentro fílmico nació como Expresión en Corto, el primer festival en México que catapultó al cortometraje como expresión artística, cuando el cine nacional pasaba por un momento difícil.
"El GIFF nace por una necesidad de exposición al cine mexicano, la industria en la década de los 90´s pasaba por el peor momento de su historia, no había fondos para hacer cine y se producían de 3 a 5 películas al año con poca distribución. Como toda la industria estaba concentrada en la Ciudad de México, para nosotros era importante traer a San Miguel de Allende, Guanajuato una actividad de cine; entonces hicimos una convocatoria de cortometrajes debido a la carencia de películas. Siendo el primer año recibimos 38 cortos y esta fue la oferta de nuestro festival. Como fueron pasando los años, la respuesta creció entre los cineastas, al ser este un nicho desprotegido por el poco acceso al cine de gente fuera de un grupo que ya existía, y la idea de acercarte a la industria era lejana y mucho menos si eras de provincia. Recuerdo que MTV empezaba con el boom de videoclips, los cuales algunos eran como cortometrajes, en las primeras conferencias teníamos que explicar cómo era un cortometraje, ya que la gente que no estudió cine no conocía el concepto. Las salas de cine no proyectaban estas historias cortas desde hace dos generaciones".
"Con esta premisa, es entonces que el GIFF comenzó a transformarse en una plataforma para acercar a la industria del cine, convocando a nivel nacional a todo el talento nuevo y existente. Fuimos el primer festival sin cobrar por las proyecciones. Además agregamos talleres y conferencias sin costo alguno. Algo de lo que fuimos muy criticados, es que abrimos la plataforma a todos los formatos de filmación; llegó Sony con su Handycam que era cassette, e invitábamos a todos a crear y grabar sus historias en 35mm ,16 mm, 8 mm y formato en video, ya que no existía lo digital. Eran contadas las cámaras profesionales que había en México, las cuales los jóvenes no tenían acceso a ellas", comentó Sarah Hoch, Directora del GIFF.
Tras 19 años de organizar el encuentro fílmico, Hoch afirma que la mayor dificultad de mantener un festival de cine, es el presupuesto. "Las mayores dificultades a las que te enfrentas es el presupuesto, pero esto es parte de los festivales, creo que va a la mano con lo que es organizar un festival institucional ya que no es desarrollado por el gobierno. Cada año crecen las necesidades junto con este; el GIFF es gente de cine con la finalidad de impulsar nuestro cine a nivel internacional, sin importar que hay que tocar muchas puertas para seguir creciendo. Es un evento gratuito que produce y cuenta historias en eventos masivos, no vendemos películas pero si impulsamos la industria. Cada año producimos 6 cortos que resalten la historia de Guanajuato; nuestras peliculas se han presentado en más de 38 festivales internacionales. Somos pioneros en tener una parte de industria para la creación de proyectos fílmicos, así como el primero en Latinoamérica, en presentar las nuevas tecnologías. Este año le apostamos a la realidad virtual".
"Estamos es una época con el mayor número de festivales de cine en el país; creo que es una generación privilegiada al tener el mayor número de festivales en el mundo. En México ya somos cerca de 37, y en el GIFF tenemos el honor de ser padrinos de muchos festivales que nacieron de la experiencia que absorbió la gente que colaboró con nosotros".
Sobre los siguientes retos del Festival, la directora dijo: "El reto es seguir creciendo junto con la industria y afrontar con ella las dificultades que se presenten. Seguiremos siendo una plataforma que impulse el talento nacional en todas las fronteras. La industria sigue creciendo favorablemente, México está en el top ten de los países que exportan talento, eso lo podemos ver en los reconocimientos internacionales y sus trabajos en las pantallas. Desgraciadamente en la parte nacional, el cuello de botella sigue siendo la distribución, la cual este año bajó un 26%. Esta puede ser una condición alarmante para el cine mexicano, sin embargo existen nuevas plataformas digitales como Netflix, que dan esta oportunidad de exposición. Las OTT´s son una nueva ventana lucrativa directa y sin intermediarios, para que los productos fílmicos no se queden enlatados", finalizó.
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