La AMACC es una asociación civil sin fines de lucro con 76 años de existencia, avalada por la trayectoria de sus 2,542 miembros, todos profesionales en activo de las distintas disciplinas, oficios y artes de nuestra industria cinematográfica.
La Academia difunde el cine mexicano promoviendo imaginarios propios con voces diversas ajenas al mainstream a través de ciclos y muestras en diversas sedes del país.
Representa al cine mexicano en diversos ámbitos y foros internacionales e, incluso, frente a otras academias que la reconocen como interlocutora. La Academia mexicana tiene un liderazgo y una historia importante en el ámbito de las cinematografías iberoamericanas. Selecciona la película que representa a México en los premios Goya (España), Óscar (Estados Unidos), Macondo (Colombia) y Colibrí (Ecuador).
La AMACC tiene una larga historia de lucha y representación del cine mexicano. Ha sido una voz importante en la defensa de las instituciones y los cineastas. Fue la primera en alzar la voz alertando sobre la extinción de los mecanismos existentes de apoyo al cine y sobre los recortes a los presupuestos públicos.
La AMACC ha financiado su operación durante muchos años gracias a la aportación de recursos públicos, donativos privados y las cuotas de sus miembros asociados. Además, de manera paralela, obtiene recursos para financiar algunos proyectos.
Concursa en convocatorias que se abren a cualquier persona física o moral de la sociedad civil, tales como las que promueve anualmente el IMCINE para financiar algunos programas. Estos apoyos fueron otorgados a proyectos específicos por dictamen de comisiones evaluadoras y fueron rigurosamente ejercidos, comprobados y auditados como lo indica la normatividad.
Recibe patrocinios privados y públicos, en efectivo y en especie, para financiar parcialmente la ceremonia de entrega del Ariel como, por ejemplo, la elaboración de las estatuillas o la utilización de recintos como la Cineteca Nacional y el Palacio de Bellas Artes (de la Secretaría de Cultura), el Anfiteatro del Antiguo Colegio de San Ildefonso y la Sala Nezahualcóyotl (de la UNAM). Los derechos de transmisión de la ceremonia se han cedido de manera gratuita a la red de televisoras públicas vía el Canal 22.
Durante muchos años, la AMACC, al igual que academias de otros países, contó con apoyo financiero por parte del Estado. La drástica disminución de los apoyos públicos ha afectado a la Academia tanto como a otros grupos y organizaciones culturales. El resultado de ello es un problema presupuestal que impide garantizar la operación de la Academia para llevar a cabo todas las actividades antes mencionadas.
La producción de la ceremonia del Ariel requiere cubrir muchos gastos tales como sistemas informáticos de registro y votación, plataformas de visionado y revisión de materiales, producción y logística del evento para ser transmitido por televisión y plataformas diversas. Hoy por hoy, no se tiene la viabilidad financiera para sostener la operación de la Academia y cumplir sus objetivos y compromisos, entre ellos, la entrega de los premios Ariel.
Guillermo del Toro es quien ha salido en defensa de la institución de cine. El cineasta tapatío realizó algunas declaraciones al respecto a través de su cuenta de Twitter, comenzando con el ofrecimiento de solventar el costo total de las estatuillas para la ceremonia.
Asimismo, con el propósito de priorizar la búsqueda de soluciones y mantener el evento “para aquellos que hacen un cine que propone y que da presencia a México”, el director de “El Laberinto del Fauno” aseguró que ayudaría a la realización de la ceremonia “tanto como sea posible”.
Del Toro también solicitó el diálogo entre la AMACC y autoridades del gobierno federal encargadas del ámbito cultural, con el fin de revisar qué es lo que hace falta. “La academia y las películas que estimula, no son las que los bots usan como argumento, son las que pelean por tiempo en pantalla y que mantienen “nuestro cine” esa forma de arte, muy real y muy valorada y siempre en peligro. Yo le entro”, comentó el cineasta.
El ganador del Óscar declaró que ya ha intentado contactar a la presidenta de la AMACC, Leticia Huijara, quien había previsto la cancelación de la ceremonia tiempo atrás, para poder discutir con profundidad el tema. “Me sumo. No resto a nadie. Hay que hallar soluciones. Las culpas no sirven. Las soluciones ayudan. Vamos a ello”, agregó.
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