Teletica, el canal más importante de Costa Rica y uno de los socios más tradicionales de la Globo, acaba de estrenar la galardonada telenovela brasileña "Lado a Lado". La trama sobre la vida de dos mujeres de origen y clase social diferentes que buscan la libertad a principios del siglo XX, ocupa el horario de las 13:30. ‘Lado a Lado’ sustituye la también brasileña ‘Encantadoras’, que ha sido muy bien aceptada por el público costarriqueño.
Antes de ser reconocida mundialmente, ‘Lado a Lado’ conquistó a los brasileños en el access primetime de Globo. La telenovela obtuvo una media de 23 puntos de audiencia y el 51% de participación (fuente: Ibope) impactando cerca de 28 millones de personas al día. En Portugal la trama también consiguió una legión de fans: exhibida por el canal Globo (básico) obtuvo muy buenas audiencias desde su estreno, y en la recta final fue el programa más visto de la televisión de pago del país, siendo vista por más de 127.000 personas. La telenovela también está en el aire en el Canal Público de Armenia (Armenia) y en Mundo Fox (EEUU), ambos en el primetime.
‘Lado a Lado’ cuenta la historia de la valiente Isabel (Camila Pitanga, ‘Cuna de Gato’), hija de un ex-esclavo y enamorada del capoeirista José María (Lázaro Ramos, ‘Cobras & Lagartos’), y Laura (Marjorie Estiano, ‘La Vida Sigue’), de familia adinerada y destinada a un matrimonio concertado con Edgar (Thiago Fragoso, ‘El Astro’). Además de una amistad inquebrantable, las dos comparten el mismo ideal: la conquista de la libertad en la conservadora sociedad del Rio de Janeiro de principios del siglo XX.
La vencedora del Emmy en 2013 supuso una superproducción de vestuario, escenarios y producción de arte y de elenco para recrear la atmósfera de Rio de Janeiro en la época de la Belle Époque. Se realizaron investigaciones en museos, libros, anticuarios y ferias de antigüedades para proporcionar un verdadero viaje en el tiempo. Muchos objetos tuvieron que ser fabricados especialmente para la telenovela. Toda la parte de ropa de cama, los manteles y las servilletas, por ejemplo, fueron bordados con monogramas, tal y como se hacía en el siglo XX.
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