La tecnología parece tener dos caras al superar los tres lustros del siglo XXI. Por un lado, la tenemos integrada a nuestras vidas de una forma casi natural. Llevamos en nuestros bolsillos más poder de computación que las naves espaciales de la década de los setenta y ochenta. Compramos, nos informamos, conocemos gente, nos comunicamos con solo usar un dedo, opinamos, nos quejamos, jugamos y nos preguntamos, ¿cómo se hacía todo eso hace 10 o 15 años?
Pero mientras la tecnología avanza en nuestras vidas cotidianas, lo hace también y de una manera profunda en ciudades, administraciones públicas y empresas de la Argentina, donde se ha vuelto a invertir seriamente en infraestructura tecnológica.
“En 2017, ¿cuáles han sido las tecnologías de mayor crecimiento y en qué sectores ha ocurrido? Tanto el sector privado como el público dieron un salto considerable en inversión en tecnología en 2017, en algunos casos del 30%. En el sector privado la inversión ha sido particularmente intensiva en los sectores de telecomunicaciones, finanzas y energía” comentó Gabriel Sakata, Gerente General de Cisco Argentina.
“Las tecnologías que sobresalen su crecimiento son Wi-Fi, Seguridad y Colaboración con proyectos transformacionales en el área de Educación. En general, son áreas con un crecimiento que osciló el 20 por ciento. También ha habido proyectos de inversión en la mejora de infraestructura de redes requeridos a partir del aumento de tráfico exponencial que se observa en los proveedores de servicios de telecomunicaciones tanto en cable operadores como en móviles” agregó Sakata.
Lo que muchas veces se pierde de vista es que detrás de un sistema de pagos, una película de Netflix, la lectura del diario en Internet, un e-mail o un post en Facebook hay una red. Durante 2017, la red ha comenzado a ser lo que se llama “intuitiva”, o sea una red que tenga la capacidad de análisis y aprendizaje para detectar las amenazas aún no conocidas. “A medida que más de nuestras vidas, de nuestros negocios descansan en la nube, nuestra dependencia de la red es mayor. Por eso la seguridad y la defensa frente a las vulnerabilidades de los sistemas son cruciales” explicó el ejecutivo.
De allí que una red que facilite y automatice su operación con flexibilidad y velocidad para responder a los cambios que requiere la dinámica de los negocios de hoy y que debe estar preparada para dar soporte al crecimiento exponencial de tráfico y de dispositivos nuevos que se van a conectar a la red a partir del Internet de las Cosas, es también crucial.
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