Maxcom se encuentra en una situación financiera complicada, y aunque descarta un proceso de bancarrota inminente, acepta que en caso de no lograr una reestructurar su deuda, pedirá protección contra quiebra limitada. La reforma en telecomunicaciones les ofrece la oportunidad de ir por inversores externos.
La telefónica abrió la posibilidad de iniciar este proceso tras no alcanzar las condiciones que el fondo de inversión Ventura Capital puso a finales del año pasado para adquirirla por casi M$ 700 millones, al sólo lograr la adhesión al plan de reestructura de deuda de casi 62% de los tenedores que ya aceptaron un porcentaje de pérdidas sobre su inversión, mientras que el fondo exigía 80% (con opción de llegar hasta 75%). Si bien este movimiento acerca más a la empresa hacia un proceso de quiebra, algunos inversionistas lo han tomado como una amenaza para obligar a los tenedores a aceptar la reestructura de la deuda.
Aún la opción de compra del fondo de inversión Ventura Capital se mantiene, aunque explorarán otras propuestas ante la eventual aprobación definitiva de la reforma en telecomunicaciones, la cual abrirá la inversión extranjera al 100% en este sector. Además la reforma posibilitará obligar a Telmex a rentar su infraestructura que conecta a los hogares con su red troncal, le permitirá a Maxcom reducir sus costos en infraestructura para llegar a más casas con sus servicios.
Salvador Álvarez, presidente ejecutivo de Maxcom, también destacó la obligación que plantea esta iniciativa para que puedan transmitir las señales de Televisa y TV Azteca de manera gratuita a través del servicio de televisión de paga de Maxcom.
La compañía tiene vigente un bono a 2014 por casi US$ 200 millones, y el 14 de junio deberá hacer frente a un pago de intereses de US$ 11 millones. La calificadora Moody's considera que con sólo US$ 8.5 millones de efectivo en caja, es casi seguro que se deba pedir la protección contra la quiebra.
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