Netflix puede dejar de ser el hogar exclusivo de sus series originales, ya que en los últimos meses ha explorado la posibilidad de otorgar licencias de algunas de sus películas y series a otros medios de televisión propiedad de empresas como NBCUniversal y ViacomCBS.
Entonces la compañía ahora estaría más abierta a negociar por sus franquicias de lo que se pensaba anteriormente con solo atrapar en su SVOD a los suscriptores a través de una programación exclusiva. Este nuevo giro en sus negocios enfatizó la disponibilidad limitada, a diferencia de la estrategia streaming de hacer que todos los programas estén disponibles todo el tiempo por el precio de la suscripción.
Con la adopción de este enfoque, Netflix podría compensar miles de millones que invierte en programación cada año, como ya lo ha discutido con la concesión de licencia de su película Bird Box, protagonizada por Sandra Bullock, a la cadena CBS de ViacomCBS, por ejemplo. De manera similar, a fines del año pasado, Netflix y NBCUniversal negociaron la licencia de diversas películas y series más antiguas del gigante del streaming para Peacock, como el filme The Christmas Chronicles, protagonizada por Kurt Russell y Goldie Hawn. Sin embargo, ninguno de los acuerdos llegó a buen destino.
La disposición de Netflix para discutir la concesión de licencias a programas más antiguos sugiere que la compañía ha llegado a la conclusión de que las películas más antiguas, al menos, no ayudan a atraer nuevos suscriptores ni a retener los antiguos. Esa fue una de las razones por las que Netflix comenzó a hacer sus propios programas, después de años de depender de programas con licencia de los estudios de Hollywood.
En 2015, por ejemplo, el director de contenido de Netflix, Ted Sarandos, dijo en una llamada de ganancias que “los dólares invertidos en nuestra programación original son más eficientes porque por cada dólar gastado obtenemos más beneficios en términos de horas vistas y una mayor retención, más boca a boca y más fuerza de marca”.
Los programas que aparecieron por primera vez en Netflix, conocidos en la industria como "originales", han aparecido antes en otros servicios. Propiedad de la compañía francesa Gaumont International Television, la serie Narcos también tuvo otras pantallas, al igual que la serie animada para adultos Bojack Horseman.
En los últimos años, el OTT ha conservado todos los derechos de los programas que financió para asegurarse de que no aparecieran en otro lugar. Ese no fue el caso de la primera serie que encargó, House of Cards en 2013, que obtuvo la licencia de Media Rights Capital. Esa serie se puede encontrar en el servicio de videos en línea Sohu con anuncios en China.
Ahora las negociaciones sobre licencias de programas preveían la concesión de licencias de programas de Netflix solo a canales o servicios streaming con publicidad. Eso aseguró que los programas no aparecieran en medios que compitieran directamente con la compañía, un servicio de suscripción sin publicidad.
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