El estudio de Nilento cuenta con una sala de directo principal puede convertirse en cuatro salas más pequeñas, incluidas dos cabinas Iso, para disponer de un total de seis espacios de grabación. De este modo, puede transformarse de un entorno para una gran banda a una sala adecuada para un coro, un trío de pianos o un solista.
Nilento también cuenta con tres salas de control independientes para ofrecer aún más opciones. Una es una sala analógica equipada con un par de monitores estéreo Genelec 1030, mientras que otra es una sala de grabación digital con un par de monitores estéreo 1031. Con respecto a su sala de control principal, esta ha sido recientemente renovada para poder mezclar Dolby Atmos tomando como referencia un sistema Genelec 7.1.4 Smart Active Monitoring calibrado con el software GLM.
El nuevo estudio inmersivo de Nilento
El control principal de Nilsson no cuenta con una gran mesa de mezclas. El corazón de su sistema es una interfaz Pro Tools MTRX con una amplia gama de E/S en múltiples formatos: “No utilizo una gran superficie de control porque trabajo directamente con la pantalla y soy más preciso con el ratón que con los faders. Utilizo una superficie de control Avid S1; sólo tiene ocho faders de ancho, así que no ocupa demasiado espacio, ¡y deja sitio de sobra para las partituras!” expresó Lars Nilsson, antiguo trompetista profesional y fundador de Nilento.
Una de las claves de este espacio es la incorporación de once monitores coaxiales de tres vías 8341 y un subwoofer 7370 de Genelec calibrada con el software GLM: “Cuando salió la serie The Ones, me quedé de piedra. mis monitores en cuanto los oí. Utilizar todos los 8341 se adapta muy bien a la sala; es una sala grande con un techo alto y quería utilizar los mismos monitores en todas partes, porque quiero tener el mismo SPL y la misma potencia. El software GLM de Genelec es la razón principal por la que cambié a los Ones. He reconstruido esta sala de control cuatro veces y llegué a un punto en el que estaba bastante satisfecho, pero el GLM identificó áreas en las que me equivocaba quizá medio dB en frecuencias específicas, o teníamos que mover el subwoofer para alinearlo en fase con los demás altavoces”, agregó.
“Todo el mundo debería interesarse por Atmos. La música es mucho más divertida, es más musical y envolvente. Quiero desarrollarlo cada vez más, y nunca volveré atrás. Llevo 30 años buscándolo”, finalizó Nilsson.
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