“Nokia ha tenido una transformación fundamental” contó Risto Siilasmaa, Chairman de la compañía. “Hace tan solo tres años, más del 99% de nuestros más de 100 mil empleados no portaban un gafete de nuestra empresa. Nuestros ingresos, capitalización del mercado y oportunidades de crecimiento se han multiplicado. Nos guía una poderosa visión de un mundo programable, un equipo administrativo extremadamente capaz y una gran ambición por innovar y liderar. Avanzamos con gran entusiasmo, seguridad y con la habilidad de continuar desafiando el status quo” agregó el ejecutivo.
El Presidente y CEO de Nokia, Rajeev Suri, continuó: “El ritmo actual del cambio tecnológico, dirigido por la transición hacia 5G, el Internet de las Cosas y Cloud, está demandando nuevas y extraordinarias capacidades de las redes. La unión con Alcatel-Lucent llega en el momento preciso: podemos alinear nuestros productos con el mapa de la siguiente generación de la tecnología de redes desde un inicio, lo que nos permite tomar la ventaja total de las oportunidades que están por venir para servir mejor a nuestros clientes: proveedores de servicios de comunicación, gobiernos, jugadores de Internet y grandes compañías. Nokia tiene escala global, el músculo innovador y el portafolio de extremo a extremo para liderar este cambio y expandir las posibilidades humanas de un mundo conectado”.
Posterior a la integración de la entonces Nokia Siemens Networks, la desinversión en su división de negocio de dispositivos y servicios, la venta de HERE y la adquisición de Alcatel-Lucent, los negocios de Nokia ahora se enfocan en equipo de redes y tecnología inalámbrica. Las celebraciones del pasado 14 de enero marcan la culminación de meses de planeación y preparativos de los equipos de Nokia y Alcatel-Lucent, así como con la bienvenida de los empleados de la compañía a sus colegas y, juntos, establecer puntos de vista respecto a la nueva etapa del apasionante camino de la empresa.
El 14 de enero también marcó la reapertura de la oferta pública de intercambio por los títulos de Alcatel-Lucent, mientras Nokia alentaba tanto a los accionistas restantes, como a los titulares y tenedores de los bonos de certificados de acciones ADR (American Depositary receipt, por sus siglas en inglés) para tomar la oportunidad de esta oferta de compra para unirse a la renovada y fortalecida compañía.
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