La firma cuenta con empresas dedicadas a la distribución de TV por cable, siendo su matriz Socoepa Cable y tiene dos filiales, Cable Osorno y TV Net, con los que suman un total de alrededor de 4 mil clientes. Sin embargo, el operador se lanzó a ofrecer internet 1MB real, que garantiza una buena satisfacción, para complementar su oferta a los clientes.
“El negocio para el cablero hoy es la convergencia como paquete de servicios. A menos de un año de nuestra incursión en internet, la competencia se instaló con triple play y comenzó a quitarnos clientes. Sin embargo muchos retornaron con nosotros, ya que es un buen servicio y damos respuesta inmediata a los problemas, algo muy valorado por los clientes”, señaló Javier Südel, Director de Socoepa Cable. Añadió que, si bien el operador no crece mucho en clientes, la gente suma más servicios a su abono.
La base de todos los “experimentos tecnológicos” se instaló en su casa matriz en la ciudad de Paillaco. Allí digitalizaron un grupo domestico de ocho canales, para poder ofrecer el canal de fútbol Premium, mientras los otros son para repetir en forma digitalizada los canales de la televisión chilena abierta, que suman el mayor porcentaje de rating.
El operador invirtió en una red de doble vía completa en Paillaco, donde se cambiaron todos los amplificadores por equipos nuevos y muchos tramos de cable coaxial, con chaqueta metálica dura porque “el RG11 típico de cable malla tiene fugas importantes de señales”, indicó.
“Hace dos años que ofrecemos este servicio, que nos permite pensar y tener los flujos de caja bastante actualizado para expandir este servicio en otras ciudades. Es probable que José de la Mariquina hagamos internet de aquí a fines de año”, anticipó Südel. En esta convergencia de servicios no tuvieron en cuenta a la telefonía fija, ya que ha dejado de ser un arma de venta y marketing; negocio superado por los móviles, que en Chile hay más de 1.2 teléfonos por cada habitante.
Al tiempo que manifestó su preocupación por la piratería con los decodificadores satelitales con un sistema de doble antena, tomando señal por el satélite Amazon con los canales de Telefónica y por otro lado bajan una señal del satélite Hispasat. “Mientras no superemos esta vicisitud que nos ataca es difícil que podamos seguir expandiéndonos”, sostuvo.
Además,Südel explicó que la piratería “no es de quien decodifica la señal, ni quien vende el receptor sino quien codificó mal la señal”. “Este tiene un precedente en Estados Unidos cuando unos radioaficionados bajaron una señal que no era codificada. Tras la demanda, los radioaficionados ganaron el juicio pudiendo decodificar la señal pero solo le impidieron comercializarla. Los sistemas de decodificación son demasiados frágiles y endebles y la piratería continuará hasta que no se coloque un sistema más robusto”, finalizó.
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