La supervisora de efectos visuales Lesley Robson-Foster también empleó el modelo Blackmagic Pocket Cinema Camera 6K como cámara testigo en esta serie de época que transcurre en la ciudad de Nueva York en el año 1882.
‘The Gilded Age’ aborda las temáticas de la afluencia establecida en contraposición con una nueva sociedad estadounidense que atraviesa una era de cambios destacados y una riqueza opulenta. La serie cuenta con la actuación estelar de Christine Baranski, Cynthia Nixon, Carrie Coon, Louisa Jacobson, entre otros, y sigue paso a paso la vida de las familias Van Rhijn y Russell, quienes se encuentran en el centro de esta disputa de clases sociales.
El equipo completó un total de 1500 tomas para efectos visuales utilizadas en nueve episodios, que incluyen desde la creación de la estética adecuada de las calles de la época, un accidente de ferrocarril, un anfiteatro para conciertos de música y la terminal de ferry de la década del 80. De acuerdo con Robson-Foster, “se trata de un proyecto singular, dado que una gran parte se desarrolló de forma virtual. Varias de las escenas se filmaron por completo en un estudio con un fondo verde y una puerta de utilería o una pequeña sección de un escenario físico”.
“La tarea principal era reconstruir la Calle 61 entre la Quinta Avenida y la Avenida Madison en la ciudad de Nueva York, donde vivían los Van Rhijn y los Russell. Las escenas de la calle se recrearon empleando partes de escenas reales e imágenes generadas mediante un modelo virtual. Para ello, teníamos que filmar secuencias de la vista al Central Park, y para ello confiamos en la cámara URSA Mini Pro 12K y el formato Blackmagic RAW”, explicó Robson-Foster. “Debido a la COVID, filmamos una gran parte de la serie en invierno, aunque se supone que transcurre en verano, así que registramos varias secuencias de efectos visuales para añadir los árboles. También empleamos árboles generados digitalmente, pero sin lugar a duda fue mucho mejor emplear las secuencias en la composición”.
Al rodar, Robson-Foster confió en el modelo URSA Mini Pro 12K gracias a su portabilidad y versatilidad. “Cuando salimos a captar imágenes para las secuencias de efectos visuales, necesitábamos un equipo que fuera compacto y ofreciera la mayor flexibilidad posible. La cámara URSA Mini Pro 12K nos ayudó a ser autosuficientes», comentó. «Es muy fácil de usar y el diseño de la interfaz es muy intuitivo. Tuvimos que trabajar bajo presión persiguiendo la luz, así que fue estupendo no tener que perder tiempo accediendo a distintos menús y poder encontrar fácilmente lo que necesitábamos”.
Por otra parte, gracias al sistema operativo Blackmagic OS y al diseño compacto del modelo Pocket Cinema Camera 6K, este resultó ideal como cámara testigo. Robson-Foster agregó: “Teníamos que poder montar cámaras para los efectos visuales rápidamente y sin problemas durante el rodaje de las imágenes principales. Este modelo es suficientemente compacto para usar como cámara testigo durante la filmación. Lo empleamos para registrar tomas enfocando hacia la cámara principal, a fin de obtener material apto para crear, por ejemplo, el reflejo de las ventanas y las carrozas de los caballos”.
“En un drama de época con tal esplendor, cada detalle es esencial. Incluso en un escenario primordialmente virtual, pudimos agregar esos toques de realidad en los efectos visuales incorporando las secuencias que captamos y el material registrado con la cámara testigo. Las cámaras de Blackmagic Design nos permitieron obtener los contenidos clave que necesitábamos no solo para convertir las tomas de invierno en verano, sino también para retroceder 140 años en el tiempo al siglo XIX con suma facilidad”, añadió Robson-Foster para concluir.
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