Por Carlos Morelli
Grandes lanzamientos, proliferación de presencias notables, un notable movimiento comercial, interés de la prensa internacional y una organización sin fallas convergieron nuevamente para consolidar el éxito de la gran fiesta fílmica de la América del Norte.
Estratégicamente instalado entre las celebraciones de Venecia y de San Sebastián, dos de las mayores citas anuales del calendario cinematográfico mundial, incluso repitiendo o adelantando varios de los títulos más notables exhibidos en cada una de ellas, el Festival Internacional de Toronto (TIFF), volvió este año a brindar once intensas jornadas pletóricas de obras esperadísimas del universo cinematográfico actual, presencias rutilantes, formidable movimiento de ventas y ancha cobertura de la prensa de todo el orbe. Algunos números de esta trigésimo octava edición: 288 largometrajes y 78 cortos; 146 "avant premières" absolutas; 72 países participantes; 34 pantallas; 32 películas nacionales. Y, como curiosidad, el film más largo, el más corto, y sus respectivas duraciones: Penance, de 270 minutos; y Pacific Sun, de 1 minuto y 40 segundos...
Nuevamente, los "tanques" de la producción estadounidense reciente cruzaron la frontera y empezaron su estruendosa marcha en Toronto. Marcas deslumbrantes: El Quinto Poder, sobre los comienzos de Julian Assange y la saga de los Wikileaks; Gravity, con Sandra Bullock y George Clooney lanzados al espacio por Alfonso Cuarón; Agosto, traslación al cine de la pieza homónima; Rush, historia de la rivalidad sobre ruedas del inglés James Hunt y el austríaco Niki Lauda. Hubo muchos y muy seductores envíos europeos, especialmente de Francia, de Inglaterra e Italia. Hubo apuestas llamativas de Australia y de la producción asiática. El país anfitrión reveló el nuevo "opus" de Atom Egoyan, Devil´s Knot. Y la cuota latinoamericana se nutrió con obras de Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, la República Dominicana, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
Por una vez ausente de la programación (salvo por alguna aportación minoritaria en una coproducción con Uruguay), el cine argentino desplegó igualmente una presencia plural y diversificada. Empezando por el concurrido "stand" montado por el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) en uno de los grandes salones dedicados a la industria en el hotel insignia del festival. Y siguiendo por la exitosa recepción tradicionalmente ofrecida por las autoridades consulares. También -y no es un dato menor- se registró la habitual alta concurrencia de distribuidores independientes y periodistas de nuestro país.
Hace dos años, también la Argentina tuvo el honor de situar a Buenos Aires como protagonista del sugestivo apartado "City to City", cada año dedicado a películas que reflejan a una gran ciudad. Esta vez fue Grecia la que mostró orgullosamente las mil caras cinematográficas de Atenas.
¿Algunos de los tantísimos realizadores visitantes? Stephen Frears, Ralph Fiennes (sí, el mismo actor también se mueve detrás de cámaras), Steve Mc Queen, Jim Jarmusch, Lawrence Kasdan, Abdellatif Kechiche (ganador este año en Cannes con "La Vie d¨Adele"), Hirokazu Kore-Eda, Patrice Leconte, Francois Ozon, Paolo Sorrentino, Bertrand Tavernier y John Turturro ¿Entre muchísimos otros rostros? Adrien Brody, Julia Roberts, Bullock y Clooney (¡volvieron de la estratósfera!), Jennifer Aniston, Fanny Ardant, Nicolas Cage, Marion Cotillard, Jessica Chastain, Michael Fassbender, Paul Giamatti, Nicole Kidman, Jude Law, Liam Neeson, Clive Owen, Tim Robbins, Emma Thompson, Kate Winslet, Reese Whitherspoon...
El resto. Filas interminables para ver un alto porcentaje de las películas ofertadas. Campeona absoluta en la materia: Agosto, que quedó sin ser vista por muchos. Dos mil quinientos voluntarios prontos a obsequiar informaciones, asistencia y sonrisas a todos los invitados. Proyecciones de altísima calidad. Una ciudad a los pies del evento y con un ejemplar sentido de pertenencia.
La frase del final. Dicha (socarronamente) por el inmortal Federico Fellini en el film que le dedicara su par y amigo Ettore Scola: "¿Por qué hago una película? Porque primero pido un importante anticipo y después no me queda más remedio que hacerla."
Los “Top Ten”
1- La fiesta inaugural, ofrecida en la Maple Leaf Square. Varios y diversos espacios cubiertos o al aire libre, todo un festival de comidas y bebidas multiétnicas, shows, y muchísima animación. Como bienvenida, una gélida miniatura de champagne a ser bebido a través de una democrática pajita...
2- El sorprendente crecimiento del actor hispano-alemán Daniel Brühl. Se lo vio primero como el socio de Julian Assange en The Fith Estate y luego como un sombrío Niki Lauda en Rush.
3- Suiza mimando a la prensa. Mientras en Cannes una suprema marca suiza sigue ofrendando a los periodistas su menú de café en cápsulas, en Toronto otra empresa del mismo país acaricia gratuitamente los paladares con sus célebres bombones de sabor celestial.
4- Isabelle Huppert no acepta fronteras para su talento. La nueva película de la provocativa directora francesa Catherine Breillat sorprende y golpea mostrándola como una mujer sometida por terribles dolores y limitaciones de movimiento. La hazaña de la actriz es tan perfecta como agobiante.
5- La más deliciosa parejita de las ficciones mostradas en el TIFF ya pasó los veinte, pero... La película se titula The Love Punch y los enamorados son Pierce Brosnan y Emma Thompson.
6- Las impresionantes imágenes del espacio infinito concebidas por Alfonso Cuarón para Gravity. La fotografía, el color y una acuciante banda sonora hacen lo demás.
7- La nueva torre de departamentos "de película" bautizada como "Cinema Tower". Como sus vecinos de la "TIFF Tower", los habitantes del flamante complejo torontiano incorporarán al cine, los preestrenos, las fiestas y las "Red Carpets" para alternar con las reuniones de consorcio y las polémicas por las expensas.
8- ¿Y eso? La columna musical de un curioso relato del cine turco, de repente halaga e intriga a nuestros oídos. ¿Puede ser que...? Y es, nomás. Estamos escuchando una versión turca de "Los Ejes de mi Carreta"...
9- Scarlet Johansson vestida de Eva en Under my Skin. La diva woodyalleniana encarna a una alienígena que se hace de la piel de una mujer para devastar en una sinuosa Escocia. Por supuesto, la piel es la de Scarlett, ahora pródigamente revelada.
10- Una típica comedia bollywoodense (como se conoce al cine de Bombay a lo Hollywood) incluye, cada vez que uno de sus personajes se lleva un cigarrillo a la boca, el cartel "Fumar perjudica a la salud". Contabilizamos unas veinte leyendas, varias motivadas por un mismo cigarrillo "duro de terminar".
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