Carlos Funes Garay, director general de Softtek, la empresa mexicana dedicada al desarrollo de software y tecnologías enfocadas a la información y la comunicación, fue electo hace seis meses presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Electrónica, Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI).
¿En qué momento estamos en México en cuanto a la implementación de la tecnología 5G?
Estamos en una etapa muy temprana, a final de cuentas es una tecnología con la que nos estamos moviendo a un territorio donde dejas de depender del hardware, te metes al software, e implica un mucho mayor despliegue de inversión. Entonces yo diría que estamos en una etapa muy temprana, de adopción, y de estar haciendo las pruebas para ver un posible despliegue. Todavía hay un gran trecho por recorrer en temas de 5G.
A pesar de los grandes avances en el despliegue de infraestructura y redes, aún existen regiones en México en las que no existe la Internet. ¿Qué implica, en tanto reto, para la Canieti?
Sin duda. El reto es, desde la óptica de la cámara, conectar a todos los mexicanos y, sobre todo, a aquellas personas que están en regiones más apartadas, es lo que nosotros denominamos la reducción de la brecha digital. Pero como se mencionó en varios de los paneles de la conferencia, el último 5% es el más caro: hablamos de regiones donde es mucho más difícil llegar, acceder. Pero la realidad es que tenemos otros retos interesantes. Si escucharon al comisionado presidente del IFETEL, Gabriel Contreras, dijo que únicamente se habla de que sólo 2% de las personas no estaban conectadas por problemas de infraestructura. Pero la realidad, lo comentó él y lo remarcó Enrique Yamuni, de Megacable, es que el problema es que no tenemos las condiciones económicas para que toda la gente pueda tener acceso: 37% de las personas no tiene acceso a comunicaciones e Internet porque no tienen la accesibilidad económica para poderlas pagar. Entonces sí es un reto: tenemos que desplegar esta tecnología de manera pública en lugares comunes, pero todavía tenemos un reto económico para que la gente en lugares en los que ya hay despliegue pueda tener acceso a la tecnología, con todas las bondades que esto conlleva: las aplicaciones y la información que va arriba de las redes.
En estos casos claramente podría no ser un negocio el despliegue de la infraestructura y redes, pero ya existe el concepto de que el acceso a Internet es un derecho humano. ¿Inclusión, negocio, status o las tres cosas? ¿De qué hablamos?
Es todo. Lo hemos visto en muchos paneles, no solamente en el de telecomunicaciones: tenemos que seguir trabajando en la inclusión social y el tema es cómo logras estos equilibrios para que tenga sentido económico e inclusión social. Para eso son las políticas públicas, que lo buscan es crear estos equilibrios, crear las condiciones para fomentar la inversión, pero a su vez dar espacios para poder desplegar e invertir en regiones que son de difícil acceso. Es ahí donde hay una gran tarea de colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con el IFETEL, con los dueños de las redes actuales, etc. Entonces son los dos temas: el sector privado tiene un sentido económico, si va a invertir en algo tiene que tener algún retorno; y por otro lado existen políticas que regulan los intercambios, mecanismos, incentivos para que esto se cubra.
En cuanto a la parte social, ¿qué tanto está aportando la iniciativa privada?
Muchísimo, en todas las industrias esto va madurando cada vez más. Hoy tenemos una gran ventaja y se mencionó en el último panel: la democratización de la tecnología. En la actualidad la tecnología de la información no es un bien físico, es un bien virtual, y al ser un bien virtual se tiene un costo de producción que se genera una sola vez y después un costo muy bajo de despliegue. De modo que tener tecnologías democratizadas permite que se den casos como los que mencionó Microsoft en particular, en los que puede dar capacitación y lograr inclusión de personas con algún tipo de discapacidad y habilitar la tecnología. Yo lo que te diría es que gracias a esta democratización de la tecnología se puede comenzar a hacer esfuerzos masivos alrededor de la educación, de la salud, de la inclusión.
El despliegue de la 5G, que es una tecnología que irá muy de la mano con la IoT, va a requerir de otro aspecto del que no se habla tanto, y me refiero a un esfuerzo notable en cuestiones de ciberseguridad. ¿Qué lugar ocupa este tema en la agenda de la Canieti?
En Canieti tenemos seis ejes transversales, uno de ellos es la ciberseguridad. En el tema de la ciberseguridad hay mucho qué hacer todavía desde temas de gobierno, de legislación, de leyes: cómo tratar algún posible delito cibernético, evidentemente pasando por el tema de infraestructura física y lógica en el despliegue. En ese sentido el tema de seguridad es un capítulo muy amplio y muy relevante y cruza a los tres sectores: Telecom, TI y el tema de electrónica.
En tu programa de trabajo mencionaste que apoyarías la continuidad de programas exitosos. ¿Podrías abundar al respecto?
Sí, por ejemplo, el tema Prosoft que es una política pública que tiene más de 15 años y existe para fomentar el desarrollo de la industria de software. Antes comprábamos computadoras, licencias, después certificaciones en CMM, en ISO, hoy en día el tema es cómo meter el dinero en temas de capital intelectual, emprendedurismo, etc. De modo que el objetivo hacia el cual se destina el dinero hoy es distinto, pero tenemos que seguir impulsado políticas públicas. En el tema de la electrónica hablamos del encadenamiento y de lograr una mayor inclusión de contenido nacional. De lo que se trata es de la continuidad de estas políticas públicas. Hay mucho qué hacer, además, en temas de educación.
En la agenda de Canieti está marcada lo que llaman la Estrategia Digital Nacional en cuanto a tecnologías de la información, ¿cuál es su propuesta en este sentido?
En conjunto con Asociación Mexicana de las Tecnologías de la Información y la Asociación Mexicana de Internet, le presentamos al gobierno federal unas recomendaciones en términos de gobierno digital: qué tiene que hacerse para ser mucho más digital en términos de políticas públicas para fomentar la industria. El último ejercicio que hicimos fue un mapeo entre este documento y el plan de nación que presentó el presidente, con algunas recomendaciones acerca de cómo la industria puede incidir en temas que le preocupan: si el gobierno busca ahorrar, automatización, seguimiento, ser más certero en temas de fiscalización, la tecnología ayuda y es vital.
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