El confinamiento por la pandemia del COVID-19 ha sido un desafío para toda la industria y los ingenieros para garantizar la conectividad y estabilidad del servicio de los clientes. Además, en el mercado hubo cambios de comportamiento donde la red móvil comenzó en crecimiento y luego se regularizó quedarse las personas con poca movilidad.
“El tráfico ha pasado de la movilidad a los hogares con un incremento de tráfico del 15% en la red desde el 5 de marzo. Las búsquedas en Google han crecido un 90%, los consumos de contenidos en Netflix se incrementaron en más del 70% y también las redes sociales”, indica Carlos Zenteno, presidente de Claro Colombia, a medios colombianos, en que el tráfico de las últimas semanas ha subido 38%.
Entre los cambios de comportamiento en los hogares señala que el pico de tráfico de datos previo a la pandemia se centralizaba en la mañana de 5 AM hasta las 8 AM y luego había un valle hasta las 7 PM a 11 PM, ahora con la cuarentena es permanente no solo en navegación de Internet sino. “En el impresionante aumento de la demanda hubo un reenfoque del entretenimiento hacia los contenidos a las películas y series. En Claro video hemos tenido un incremento de un 520% en los consumos de películas y el gaming también creció con exigencia en las latencias”, agrega el directivo de la empresa de telecomunicaciones.
Sin embargo, el crecimiento de demanda de tráfico de datos implicó inversiones en los operadores para soportar el servicio, encarecido por la volatilidad que tuvo el dólar, y que aún no fueron ajustados o aplicados los valores de los planes de sus clientes. Realizaron un despliegue de un 35% más de velocidad de la red móvil y utilizando ya las frecuencias entregadas en diciembre, al implementar la red de 2.5 Mhz.
“El tipo de cambio es muy diferente al que comenzamos el año y el incremento en la infraestructura de telecomunicaciones son inversiones en equipos importados que generan una situación compleja para poder hacer las ampliaciones y que estas no se vean reflejado en los valores de los servicios”, explica Zenteno.
También, el directivo de la telco colombiana que otro de los desafíos del mercado es incorporar a las personas menos favorecidas o con más carencias a los medios digitales, aunque hay programas de MINTIC para proveer internet a estratos bajos, de los que participa Claro Colombia, y son subsidiados por el Estado, con paquetes de COP 9500 a COP 10.000 (casi USD3) por una banda ancha de 5 Mbps en varias regiones de país.
“Más el 85% de los usuarios prepago móviles del país cuentan con varias opciones o paquetes de datos en diferentes empresas, que quizás al ser muy básicos o discretos de datos no se puedan conectar de manera permanente pero hay posibilidad de mantenerse conectado haciendo un uso disciplinado de datos y optimizar los usos”, dijo.
Mientras tanto, los operadores colombianos siguen aportando contribuciones del 2,2% trimestral que si se enfocan en conexión e infraestructura ayudarán a las poblaciones más alejadas y no pueden conectarse. “Se requiere seguir trabajando en una regulación que propenda brindar más seguridad jurídica en las inversiones para todos los operadores del mercado”, aclara Zenteno.
En cuanto a futuras inversiones, Claro Colombia está enfocada en capacidad y calidad en la red, con un despliegue de inversión de USD 21 millones, con lo que pagaron el primer 10% del uso de las frecuencias en el país.
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