Blockbuster rechazó ser socio de Netflix en el 2000, y ese probablemente fue el comienzo de su final. David Cook inició el negocio a principios de los ochenta, cuando el sector petrolero para el que él trabajaba entró en crisis, y probablemente no imaginaba que se convertiría en la mayor empresa de alquiler de películas en el mundo.
La cadena fue el símbolo de una época y, finalmente, acorralado por una serie de circunstancias adversas se derrumbaría y terminaría liquidado en 2011.
El 19 de octubre de 1985, abrió sus puertas el primer local de lo que luego sería una cadena. La franquicia de alquiler de cine doméstico, se adaptó a la demanda con un catálogo más amplio, contando con hasta 6000 videos; alquileres más largos para que el cliente pudiera llevarse varias cintas, y un sistema automatizado con el que detectaba las preferencias de los consumidores.
En menos de dos años, Blockbuster ya contaba con 15 tiendas propias y 20 franquiciadas. En 1989 llegó a estar presente en 15 países, de Europa y América Latina, desde Inglaterra hasta y Perú. En 1994 lo compró Viacom, y cuatro años más tarde, controlaba 25% del negocio mundial, contaba con 9000 locales.
Sin embargo, a principios de la década de los 2000 aparecieron nuevas formas de consumo, se desató la guerra de precios de los DVD, que dejó sus valores por el piso, y explotó la piratería. Lo que terminó por fulminarlos fue la irrupción de las plataformas de streaming, con Netflix a la cabeza. En 2010, declaró su bancarrota con una deuda superior a los USD 1000 millones, no pudo reestructurar ese monto y fue liquidado en 2011.
Sin embargo, una última sucursal de la cadena aún subsiste en Estados Unidos. El local de Bend cuenta con casi cuatro mil clientes con membresía y se convirtió en un atractivo turístico al que previo a la pandemia, llegaban cientos de turistas que viajaban horas para visitar el local. Además, el local de Bend se mantiene en el tiempo por estar ubicado en una zona donde la población vive en pequeñas comunidades donde el acceso a Internet no es suficiente para soportar a las plataformas de streaming.
Durante la pandemia, su gerente Sandi Harding, manifestó que la tienda se las ha arreglado para seguir abierta y mantener a todo su staff empleado después de introducir medidas de seguridad para sus trabajadores y clientes. Además, reveló que han implementado un sistema de entrega a domicilio, en el que los clientes pueden llamar y pedir su película favorita que llegará en una bolsa sanitizada.
Sin embargo, recientemente se conoció que por medio de un anuncio de Airbnb, que ahora los invitados podrán pasar una pijamada en esta última franquicia. Los planes incluyen dormir, ver películas, comer dulces, y pasar tiempo en el nostálgico espacio que alberga películas.
Las fiestas de pijamas reservadas están programadas para el 18 y 20 de septiembre, con un costo inicial de 4 dólares la noche y el lugar tiene capacidad para 4 personas.
La experiencia incluye las llaves de la tienda y se podrá rentar una de tres noches. En las fotografías exhibidas en el anuncio, se pueden apreciar un sofá cama, bolsas para dormir, colchones inflables, almohadas, bebidas, videojuegos, películas, dulces y chocolates.
El Blockbuster pasará por proceso de sanitización antes de la llegada de los huéspedes, de acuerdo con el protocolo de limpieza de Airbnb. Además, la tienda proveerá de mascarillas, desinfectantes, toallas y gel sanitizante. Oregón no es un destino turístico de gran influencia, pero gracias a que tienen el único Blockbuster del mundo, y a que ahora se podrá dormir en él, los nostálgicos tendrán una razón para visitarlo.
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