Ante el cambio de paradigma de consumos de contenidos audiovisuales, en el nuevo esquema de la Ley de Comunicaciones Convergentes están analizando procesos de transición hacia el mundo digital, aunque aún el cable modem y redes ADSL son la principal fuente de consumo de Internet en los hogares.
“Vemos que los millennials nos obligan a pensar en la nueva regulación desde el punto de vista de las nuevas telecomunicaciones, del marco regulatorio de la radiodifusión y también de la necesidad y los límites de regular Internet, que seguirá siendo libre y de acceso universal pero aquellas aplicaciones que transportan contenidos audiovisuales merecen cierta regulación”, indica Silvana Giudice, Directora del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) de Argentina.
Esta regulación en aplicaciones tiene como eje dos fenómenos: “el cambio de paradigma replantea todo nuestro esquema fiscal en cuanto a tributos y aranceles de cada operador y cómo los contenidos globalizados comienzan hacer mella en nuestra industria nacional”, explica.
Para proteger los bienes culturales como el cine, producción de ficción, entretenimiento e información, el Gobierno argentino busca generar maneras creativas de actualizar los fondos de fomento del Estado para que no pierdan masa distribuible de recursos por la pérdida de facturación de los que tributan, y que ante la irrupción de plataformas internacionales, “si impacta la cantidad de abonados de los OTT en las plataformas tradicionales, como operadores de cable, redes de telecomunicaciones, canales, señales y radios, quienes tributan para un fondo que luego se distribuye en el INCAA y otras artes audiovisuales”, declara Giudice.
La cuota de producción es un fenómeno que se está discutiendo a nivel mundial, ya que es importante que sea local e incentive a la comunidad audiovisual para las aplicaciones que transportan contenidos audiovisuales.
La funcionaria comentó que en Europa buscan que sea el 30% de contenidos europeos, mientras Francia pretende el 40% nacional (12% debe destinarse a la producción nacional) para recaudar en su Fondo de Fomento: Netflix se retiró de ese país. En Brasil se decidió que se incluya el 20% de producciones locales, tanto en la plataforma de Netflix como en las señales extranjeras de TV.
Los ejemplos más regionales fueron Colombia que busca una Ley tributaria que alcance los servicios digitales que pasaron a tributar un 16% al 19%; mientras está en análisis en México y, en otro continente, Australia.
“Ante el avance de las tecnologías estamos obligados a ser lo más amplios y flexibles para que la ley no termine ‘encorsetando’ a una industria tan dinámica. Digital e Internet movilizan en el mundo grandes porcentajes de producto bruto interno de cada economía. Debemos garantizar un mercado competitivo que asegure los derechos de propiedad y fomente la competencia”, destacó la Directora del regulador argentino.
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