Un informe de Bank of America avisa de que la tendencia de dar entrada a inversores externos para acelerar el despliegue, puede acabar dañando la calificación y valoración de los operadores, luego de que el último cálculo arrojó la necesidad de invertir USD$45,000 millones para sustituir sus redes de cable de cobre tradicionales por fibra óptica.
En este proceso España lleva la delantera con respecto al resto de países de la UE y Reino Unido. Bank of America constata que, aunque hasta el momento el cable de cobre ha podido competir con la fibra óptica, los menores costes de explotar la segunda, una brecha que ha aumentado por la subida de precios de la energía, ya que la fibra consume ocho veces menos electricidad, así como su mejor alineamiento con los criterios ESG de inversión inclinan la balanza en favor de la fibra.
El informe, titulado 'El fin de la luna de miel del cable', también advierte de que la tendencia de dar entrada a inversores externos para acelerar el despliegue, como ha hecho Telefónica con su fibra rural en España y en varios países de Sudamérica y Reino Unido, puede acabar dañando la calificación y valoración de los operadores. Recientemente, la 'teleco' española ha vendido a American Tower la fibra hasta la torre de los más de 11.500 emplazamientos con los que cuenta la compañía en España por más de 120 millones de euros.
La compra de estas unidades de fibra óptica se produce después de que American Tower adquiriera el año pasado las torres de telecomunicaciones de Telefónica en Europa y Latinoamérica por USD$7.700 millones. La operación supuso el desembarco de la empresa estadounidense en España y su conversión en uno de los cuatro grandes actores del mercado, junto a Vantage Towers (antes Vodafone), Totem (Orange) y Cellnex.
La entidad reconoce que desconsolidar las redes supone un alivio de caja y capex, pero puntualiza que las agencias de calificación se mantienen "escépticas" y podrían consolidar una parte de la huella de fibra. Además, el giro hacia un modelo más basado en los servicios y con menor peso de infraestructuras podría rebajar la calificación de las empresas con el tiempo.
En lo que concierne a las empresas del mercado español, el informe considera que Telefónica y su socio Liberty Global son dos de los actores con mayor presión por sustituir su red de cable por fibra óptica, debido, entre otros factores, a la posibilidad de convertirse posteriormente en un actor mayorista en esta tecnología.
La firma ha rebajado un céntimo el precio objetivo de Telefónica, que se mantiene en USD$5.9, lo que le otorga un recorrido por encima del 52%. Por otra parte, Bank of America considera que Vodafone afronta "presión" en varios mercados, entre ellos España, donde explora alternativas para su red fija, y estima un coste de capital de 1.600 mdd para su filial en España.
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