¿Cuál es su visión actual acerca del mercado de la TV paga en Brasil?
Después de años de crecimiento, el mercado ha llegado a un punto de madurez por encima del crecimiento promedio del país (entre el 11% y 13% anual). Este fenómeno encuentra sus razones en el ingreso al mercado de personas que antes no tenían poder adquisitivo; también se debe a la competencia dada entre las empresas, que buscan ofrecer mejores productos a precios competitivos. Y además, por el crecimiento de la oferta de servicios asociados: banda ancha, telefonía, VOD, etc. Por lo tanto, estimo que será muy difícil que el mercado experimente un crecimiento tan vigoroso porque ahora hay una desaceleración de la economía en su conjunto. Habrá crecimiento, sí; pero basado en la oferta de los servicios asociados y por el aumento de la población en sí. Creo que en los próximos dos años es posible que tengamos un crecimiento del 6% anual, llegando a un total de unos 21 o 22 millones de abonados en los Juegos Olímpicos. La vertiente que aún podrá crecer más es la que refiere a los proveedores de servicios de banda ancha que están empezando a ofrecer video.
¿Cómo están evolucionando los negocios de Band en este primer semestre del año?
Están muy bien encaminados. De hecho, en los canales de TV paga hemos crecido un 5% por encima de nuestras proyecciones. Y en este momento estamos estudiando lanzar nuevos productos, de modo que las expetativas son muy buenas.
Ancine argumenta que la Ley del SeAC cuadruplicó la presencia de la producción brasileña en la TV paga. ¿Cree que esta legislación consolida el desarrollo del sector audiovisual en Brasil?
Sin lugar a dudas, la ley del SeAC crea oportunidades tanto para los productores de contenido independientes como para los canales. Lo que vimos en el momento de su puesta en práctica fue una carrera para la adquisición de productos y el formateado de canales para adaptarlos al nuevo marco regulatorio. Ya se ha hecho y el mercado asimiló la legislación. Lo que enfrentamos ahora, todas las partes involucradas, es la búsqueda por la calidad en las producciones nacionales mediante el desarrollo de productos innovadores. A lo largo de todo este tiempo, hemos visto malas producciones y muy caras; también productos muy buenos, igualmente caros y otros no tanto. Pero además de la búsqueda de calidad, habrá que insistir en fomentar la innovación y la creatividad para conseguir productos que incrementen las audiencias y traigan el retorno necesario para garantizar la reinversión de capitales.
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