“La pandemia apresuró la situación de subsistencia de los cableoperadores”

En el día de cierre de la versión digital del evento Asunción & Bolivia MediaShow, la conferencia “Los desafíos de los cableoperadores en la nueva normalidad”, una mesa en la que disertaron Sergio Veiga, presidente de Cappsa; Walter Burzaco, presidente de ATVC; Florencia Rainoni, gerenta general de TV Cables de Chile; Washington Melo, presidente de CUTA; Víctor Cantero, presidente de CCP, y Roberto García Miranda, gerente general de la Fecotel de Bolivia; moderados por Silvana Giudici, ex presidenta de Enacom.

Allí los exponentes coincidieron en que los efectos de la pandemia han llevado al límite a los pequeños operadores, que vieron reducir sus ingresos por la caída en la recaudación -incluso obligados por varios Estados a mantener el servicio por falta de pago de clientes- y problemáticas con diversos programadores ante costos anclados en dólares, mientras el tipo de cambio se incrementa en todos los países de la región y los servicios se cobran en moneda local.

“La pandemia aceleró esta situación de subsistir con premisa en la situación financiera y deficitaria”, destacó Cantero, quien solicitó una renegociación de contratos con programadores. “Un desafío importante es la concentración de contenidos y negociaciones de programadores que imponen paquetes de canales dejando de ser competitivos”, agregó al caerse las utilidades de los cableoperadores y una reducción del 50% de la recaudación en Paraguay por la pandemia.

En este sentido, Rainoni confirmó datos como la caída de la rentabilidad por la morosidad de los clientes, y ante un incremento del consumo de televisión a 7 horas como también de tráfico de datos con picos que superaron el 40%.  “El desafío es mantenerse vigentes, a pesar de cobrar por los servicios en pesos y realizar nuestras erogaciones en dólares, tanto en tecnología como contenidos. Por eso, buscamos soluciones con algún tipo de anclaje del tipo de cambio”, señaló la ejecutiva de la asociación chilena.

Por eso, las gremiales de varios países de la región están formalizando la Cámara Latinoamericana de Servicios de Telecomunicaciones, encabezada por Washington Melo, para la adquisición de contenidos y tecnologías a través de volumen y mejoras de condiciones en los acuerdos. Pero el presidente de CUTA dijo que previo a la pandemia ya padecían una dificultad con una caída del 10% y sufrieron una variación del tipo de cambio del 25%, cuando tienen contratos en dólares.

Sin embargo, entre medio de tantas pálidas noticias, Melo señaló que los operadores de cable uruguayos van a poder ingresar a presta servicios de Internet con la nueva ley de medios que aún está en fase de proyecto, ya que hasta hoy solo ofrece por servicio fijo la estatal Antel. “Este es un paso importante para el desarrollo de nuestro propio modelo de negocio en Uruguay”, destacó y adelantó que CUTA está a punto de lanzar su propia plataforma OTT para los asociados.

Por su parte, García Miranda señaló las dificultades de cobranza y mora en Bolivia que se acumularon durante la pandemia al ser un servicio esencial por una ley emergencia nacional que vive el país, sin poder cortar los servicios por falta de pago. Pero también abordó la modificación y adecuación de la ley de telecomunicaciones en el país. “Las cooperativas reclamamos el derecho de competir en las mismas condiciones y en esta carrera en el mercado con diferencias con la negación a poder ofrecer ciertos servicios, ya que la tecnología hoy es convergente, fijo-móvil”, dijo el ejecutivo de Fecotel.

Por último, Walter Burzaco habló sobre la doble responsabilidad del sector para entretener e informar y mantener activo la educación, el sector comercial y la industria a través del tráfico de datos. En este sentido el upstream creció un 430%, que hizo reacondicionar las redes. Mientras en otros datos señaló que el streaming se incrementó un 40% con picos hasta el 70%; en tanto los videojuegos se incrementaron un 100%.

A pesar de todos estos números positivos en Argentina, los cableoperadores como en otros países se vieron obligados a mantener sus servicios a pesar de mora en el pago de sus clientes y el ARPU cayó un 40% entre 2013 y 2019, ante una moneda deteriorada por las constantes devaluaciones y competidores como los OTT que se montan en sus redes, sin generar trabajo, ni abonar impuestos.

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