El anuncio se produjo un mes después de que Netflix ‘atrapó’ a un gran estudio como Walt Disney, destacando la competencia entre los jugadores de cable como HBO y otros sistemas de Internet. De todas maneras, Netflix tiene por el momento las viejas películas de Disney, y sólo podrá acceder a las nuevas desde 2016, cuando venza el vínculo entre Disney y Starz.
El primer acuerdo entre HBO, una unidad de Time Warner, y Universal -de NBCUniversal de Comcast- se produjo en 2003. Con la extensión hasta 2022, HBO ahora tiene los derechos de cerca de la mitad de los grandes estrenos de Hollywood hasta esa fecha. Además, HBO dispone de contratos similares a largo plazo con 20th Century Fox, Summit Entertainment y su compañía hermana Warner Brothers. Una fuente con conocimiento del acuerdo dijo que HBO no tenía intención de perseguir a Sony Pictures, cuyo acuerdo con Starz está previsto que finalice en 2016.
Bruce Grivetti, presidente de Programación de Películas para HBO, aludió a la confianza que este lazo genera en la compañía: “Estamos muy contentos de ampliar nuestra relación con Universal Pictures y de haber consolidado la posición de HBO para los estrenos cinematográficos en la próxima década”.
Los derechos de películas siguen siendo fundamentales para HBO, a pesar del éxito de sus programas originales, como True Blood y Game of Thrones, ya que atraen a grandes audiencias y llenan gran parte de la grilla del canal.
Por su parte, al permanecer en el negocio con HBO a través de Universal, Comcast elige no ir directamente por los consumidores con su propio servicio de streaming de películas. Lo más parecido que tiene Comcast es StreamPix, un paquete de películas y shows de TV on-demand que pueden comprar los clientes de cable de Comcast. Comcast también puede estar indicando con este plan con HBO que no está interesada en la adquisición de Starz, a pesar de las especulaciones y rumores de la industria a este respecto.
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