Al norte de los Estados Unidos se encuentra ubicado un singular refugio sin fines de lucro que alberga a más de 200 animales salvajes, domésticos y exóticos que por diferentes motivos se han visto despojados de su hogar. Yankee jingle, sigue a Bob, un ex miembro del ejercito, quién junto a su esposa Julie Miner, comparten desde hace 30 años, su hogar con tigres, canguros, lémures y también camellos, osos y alpacas, entre otras especies.
La pareja, que considera a su refugio “una granja innovadora con un ganado diferente”, logra cumplir su tarea con mucho esfuerzo, ingenio y por su puesto buen humor.
Bob comenzó a tomar mayor contacto con los animales para sobreponerse a los problemas emocionales y de salud que enfrentó luego de servir activamente en el ejército. Primero se dedicó a criar vacas, ovejas y cerdos, y con el tiempo fue adoptando animales salvajes y exóticos, especialmente aquellos que ya no tenían lugar en los zoológicos o que habían sido abandonados por sus dueños al darse cuenta de las dificultades de tener esta clase de especies como mascotas.
Bob y su esposa Julie, a quien conoció cuando ella comenzó a trabajar como voluntaria en el refugio, tienen una relación muy cercana y poco ortodoxa con sus animales. Habitualmente se puede ver a Bob alimentando a un oso negro cuya fuerza es comparable a la de dos luchadores sumo, o bien abrazando cariñosamente a los tigres de bengala.
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