¿Cuál era el entorno país y la realidad de las telecomunicaciones en el mundo hace 20 años?
En ese tiempo los temas principales estaban vinculados con la telefonía fija, movil, las constelaciones satelitales para unir continentes en soluciones de voz y datos y contribuir con la expansión de Internet. Incipiente aún era lo que se trataba sobre grandes enlaces de fibra óptica, el tema parecía quedar reservado a las grandes empresas del mundo desarrollado. Se afirmaba por entonces que la seguridad solo estaba en las redes de datos con vínculos dedicados y se veía a Internet como a una red insegura e inestable, cuyo uso quedaría destinado al sector académico y a otros servicios como el correo electrónico, aunque también se empezaba a hablar sobre el e-commerce y algunos otros servicios de los que hoy conocemos. A nivel nacional todo era potestad absoluta de Telecom y Telefónica, por la exclusividad que el gobierno les había conferido con motivo de la transferencia de ENTEL.
¿Que motivó la fundación de una empresa de telecomunicaciones en 1996?
Mi raíz técnica estuvo vinculada a las telecomunicaciones. Comencé por el año ´77 instalando centralitas telefónicas privadas, equipos de banda ciudadana, VHF, BLU, repetidores rurales comunitarios de telefonía, entre otros; pero fue la proliferación de las BBS (Bulletin Board System), nombre con el que inicialmente se conoció a los primeros proveedores de conectividad en datos, la reciente llegada de Internet al país a mediados del ´95 y el entusiasmo en el tema que me contagiaron un gran amigo, Pepe Del Bigio y un colaborador cercano, Roberto Longo, lo que me motivó a realizar un curso a fines de ese mismo año, en la Universidad Nacional de Rosario para interiorizarme más sobre el tema. Así, el interés que despertaba este nuevo arte de interconectar computadoras y la imposibilidad legal por entonces para que una empresa licenciataria de televisión por cable pueda operar telecomunicaciones, me llevaron a fundar InterLink. Apenas fundada la empresa y obtenida la licencia para operar, inauguramos el servicio de Internet por agosto del ´96, en la Biblioteca Pública de Villa Constitución, con 64K de ancho de banda total, comprado a Comsat vía satélite y distribuyéndolo por par de cobre en el centro de la ciudad, tendido en paralelo con la red coaxial de televisión. También conectábamos abonados mediante líneas telefónicas convencionales conmutadas y ocho modems US Robotics de 28,8K.
¿Cuál era la visión de ese entonces para InterLink?
Tomé conciencia al poco tiempo de su lanzamiento que InterLink no sería sustentable sin mudarla a una ciudad más grande donde pudiera ampliar su base de clientes. A diferencia de mi expectativa, la gente no estaba apurada por tener Internet y la mayoría no tenía idea sobre para que podría servirle, así fue que a fines del ´98 trasladamos su sede central a Rosario, donde fuimos el primer ISP en prestar acceso dial-up digital a 56K con numeración 0610, llegando a operar en el ´99 más de 5.000 abonados. Como por entonces el ancho de banda era muy escaso y costoso, logramos prestar un buen servicio comprando un enlace punto a punto de 128K, entre nuestro NOC en Rosario y Telintar, que utilizábamos principalmente para el up-stream, en tanto el down stream era de 2Mb comprados a una empresa americana y recibido mediante una antena satelital en banda C de 4Mts de diámetro, instalada en el techo de un edificio contiguo al nodo de InterLink en Rosario. Era una tecnología con la que ya estábamos familiarizados por su utilización en el canal de cable desde el año ´86.
¿Imaginó este gran desarrollo de la compañía?
No imaginé que la empresa terminaría convirtiéndose en un proveedor mayorista de soluciones de software y hardware de conectividad para prestadores, tal como es hoy.
¿Como imaginas a Interlink en 20 años?
La imagino como una empresa de vanguardia, impulsando la venta e implementación de productos y servicios innovadores para favorecer la convergencia de servicios, en modo simple y accesible para todo tipo de prestadores, tanto de Argentina como del mundo - pero esa será otra historia - que en adelante deberá ser contada por mi hijo Eduardo y su equipo de colaboradores. Finalmente, creo haber hecho lo posible para transitar el camino hacia los objetivos impuestos que nos trajeron hasta aquí. A partir de ahora espero poder ayudar a impulsar y evaluar con visión empresaria los nuevos proyectos y requerimientos.
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