América Latina, a su propio ritmo y dentro de las particularidades de la región, está consolidando su mercado de TV por suscripción de forma promisoria y en 2014 llega a más de 65 millones de usuarios. Solo en Brasil, líder del mercado, ya hay casi 20 millones de usuarios, según la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel). México y Argentina ocupan el segundo y tercer lugar respectivamente. Aunque todavía no ha llegado la verdadera masificación, en un aspecto estamos al frente del resto del mundo: la casa conectada, una revolución que modifica los conceptos de TV por suscripción conocidos hasta este año.
La consolidación del consumo de la TV por suscripción exige que los operadores de la región que quieran mantener sus clientes actuales y aumentar sus carteras, inclusive compitiendo directamente con servicios de OTT, trabajen dentro de una realidad de banda ancha hiperconectada. Es decir, una realidad en la que se usen diferentes equipos con pantalla y caja acústica conectados a la nube para acceder al contenido contratado en diferentes pantallas, sin perder la calidad de la señal dentro o fuera de la casa. Aunque, por supuesto, el SmartTV seguirá siendo el escenario principal, los smartphones, las tablets, los videojuegos y las notebooks ahora demandan también su espacio en este mercado.
La casa conectada se está utilizando completa o parcialmente por tres operadoras en Brasil, una en Chile y una en Singapur, a través del connectware OpenTV 5. El término “connectware” fue creado por Nagra, quien lo desarrolló en poco más de tres años para diferenciar la solución de un middleware, utilizado solo para lenguaje de televisión. Se trata de una nueva categoría de producto que permite la convergencia de la estabilidad de la transmisión de la señal de TV con la velocidad de la banda ancha de internet e incluye nuevos modelos para hacer posible la “internet de las cosas”, un término cada vez más utilizado. De esta manera, desaparece el problema de la fragmentación de los varios tipos de protocolos, modos de transmisión, redes y sistemas operativos, así como el problema de la protección del contenido de los equipos.
Y una plataforma nueva exige servicios nuevos. Desde su concepción inicial, el connectware ya tenía previsto un espacio para las tecnologías que fueran surgiendo con el correr de los años, como el nPVR, que no solo graba el contenido de todos los canales disponibles y de video bajo demanda en la nube, sino que también permite la grabación simultánea. También le recuerda al usuario los programas para que no olvide agendar la grabación, lo que se puede hacer con meses de anticipación, y se puede acceder con seguridad al material, inclusive por descarga, para disponer de él fuera de línea.
El OpenTV 5 y otras tecnologías, como el anyCAST PRM (el DRM de Nagra aprobado por los estudios de Hollywood), ofrecen maneras innovadoras de suscribirse y consumir el contenido premium de TV. El momento para las novedades de esta magnitud también es una gran noticia para los operadores, porque el público de América Latina, a pesar de estar satisfecho con las soluciones actuales, no se quedó en el tiempo y demanda “más, mejor y más rápido”, ya sea por medio de antenas terrestres, cable o directo del satélite. La casa conectada fue un gran comienzo para una nueva era en el mercado de la TV por suscripción, pero todavía hay un largo camino por recorrer hasta que se vuelva más popular y accesible, con más y más operadoras que formen parte de este nuevo mundo hiperconectado.
© Newsline Report 2014